Anécdotas, Cuentos, Historias

jueves, 3 de mayo de 2012

Un viaje de Miraflores a la capital... PARTE III




DEL PENSIL  A TUNJA.



Después de  la caída de los borrachos; el bus siguió su camino;   y ya por RANCHO GRANDE se había bajado la mayoría de pasajeros que iban de pie; el frio empezaba a sentirse luego las ventanas empezaban a cerrarse; la música no dejaba de sonar, nuestro olfato ya no percibía esa mezcla de olores penetrantes que salían de todas partes; y es que los olores son como la belleza; cuando  se esta cerca a ellos por un tiempo;  uno se acostumbra.

Mientras esto ocurría; los diálogos entre  los pasajeros  continuaban; sumercé  va pa Bogotá??  Si señora…  y que es lo que  esta estudiando? Medicina…  Medicina? hay que bueno lo felicito….  a propósito sumercé, fíjese que llevo una semana que no hago café que será eso?  Eso umm buenooo, si es muy  bueno porque el café en cantidades  altera los nervios, le decía el estudiante de primer semestre de medicina: pero la señora no se refería al café  de beber; sino al color  de sus excretas……  y al darse cuenta  que el estudiante no le había entendido;  cambiaba de tema, y  le  contaba  que ella iba a la caja de previsión a Tunja porque se sentía muy enferma del estomago, pero que como era difícil  la atención prefería ir a donde el doctor Russi… medico que  estuvo en Miraflores por varios años  y era famoso  por su excelente diagnostico y tratamiento, según los pacientes.


Los diálogos en el bus eran diversos;  y uno con esfuerzo, solo alcanzaba a escuchar parte de ellos; era muy frecuente escuchar a la empleada que trabajaba en la ciudad “es que el doptor  y la doptora me esperan y yo no puedo jaltar.”

La mama diciéndole al niño tese queto…. Que ya nuay mas teta..

La pareja de esposos  haciendo cuentas de los gastos   de las vacaciones.

El  joven diciéndole a la compañera de viaje  cositas para enamorarla….

El estudiante contándole a otro es que tengo parciales; no sabíamos si de orina o de estudio pero al fin parciales.

El otro le decía que él también tenía  una composición y una señora medio sorda le decía que debía aguantarse hasta Ramiriquí…pensando que era una deposición.


A la distancia se veía venir el bus que  iba con destino a Miraflores; entonces  los dos buses se encontraban y paraban; los conductores se saludaban y  se ponían al tanto de los eventos del gremio…  “a don Carlos  el del 124  esta mañana se le jodió la chumacera… y se varo  2 horas” le decía  el uno al otro contando la noticia; el otro le respondía; “yo le dije la semana pasada que lo  revisara, pero el viejo como es tacaño no lo llevo al taller…menos mal no se le fregó la care e vaca…”  después uno le preguntaba al otro “y la rosita??  Por ahí la vi esta mañana que pasamos, ahí estaba parada en la puerta como esperándolo; si le lleva algún regalito?.. porque solo de aquello se va a cansar rápido….”  “Si por ahí le llevo unas  fresas y unas manzanas pala suegra…” “ahhh bueno asi si” mientras ellos hablaban  de  fondo   se escuchaba  la música a mas bajo volumen
        

“bueno don Jorge, entonces nos vemos la otra semana”; ya se despedían y el viaje continuaba… este trayecto era el más tedioso,   de todo el recorrido; hasta que se llegaba al paramo del Bijagüal…  y todos decíamos cuando se llegaba  ya llegamos al Bijagüal; ese punto era  de referencia y de júbilo; en este recorrido, porque del Bijagüal a Ramiriquí ya era muy poco el trecho y  allí en Ramiriquí se hacia una parada  obligatoria que nos permitía descansar, hacer pipi, tomar  y comer algo.


Pero antes de subir al Bijagüal; el bus empezaba a frenarse y a apagarse mientras todos decíamos nos vamos a varar y en efecto nos varábamos; el conductor mandaba al ayudante a ponerle una piedra rápido  y ahí quedábamos…. A veces por muchas horas.

El conductor se bajaba, abría la tapa del motor o se agachaba  bajo el bus  y dándole ordenes al ayudante “páseme la 15  y el hombre solo…” mientras decía “La bomba del cloche se frego…” otros veces decía fue “La bomba de la chumacera…  El embrague de  la care vaca…, El pistón del exosto…”  mientras  los pasajeros preguntábamos  uno con otro que fue lo que paso y  otro  repetía lo que había escuchado del conductor  “fue la care vaca” y    “eso va a tar demoraoo  por que quien sabe  si  la pueden reparar….” jajajaja…  

Luego allí en ese lugar  todos aprovechábamos  para bajarnos del bus, hacer pipi, fumar un cigarrillo, estirar las piernas, y comer algo de lo que se llevaba  a la mano; no faltaba la señora precavida que llevaba su termo con tinto mismo  que se tomaba frente a los demás con un agrado mientras a los demás  se nos aguaba la boca al sentir ese rico olor a tinto caliente; mientras el chofer y el ayudante trataban de  desvarar el bus…  unas veces se lograba rápido  otras veces más demorado  y otras tantas hasta que pasara otro bus  para  pedir ayuda en la reparación o  hacer transbordo; cuando esto ocurría todos  otra vez con nuestras maletas y nuestras cajitas de cartón  a pasarlas al otro bus… y  el viaje continuaba…


Pasando el Bijagüal  muchas personas ya iban cansadas y  mareadas; pero ya faltaba poco para llegar a Ramiriquí; asi que  eso  daba animo; sin embargo no faltaba el niño, el o la joven, o el adulto que  empezaba  a palidecer… y esa era la señal….; alguien gritaba al conductor una bolsaaa , el ayudante salía  con la bolsa hasta donde el  personaje; o era pasada de mano en mano hasta que llegaba al potencial usuario… pero en una emergencia de estas casi nunca la bolsa llegaba a tiempo por lo que se sentía el buaggggggggg…., mientras todos tratábamos de ignorar el tema..

En una ocasión  en su silla bien sentada iba una joven  y hermosa dama   Mirafloreña con destino a Tunja; ella muy bien vestida, debía hacer algunas gestiones  para regresar el mismo día;   su compañera de silla era una  señora también de Miraflores;  y por allí en algún lugar se subieron dos borrachitos y  se le hicieron cerca diciéndole palabras; enamorándola según ellos;  cuando  de un momento a otro Buaaggggggggg., sobre  las piernas de la dama; esta se paro del puesto muy ofendida  echándoles la madre y dándoles golpes  con una cartera , hasta que   hizo parar el bus  y los hizo bajar  del mismo;  luego la compañera de viaje le ayudaba a limpiar el vestido con servilletas, mientras la joven lloraba a moco tendido por lo ocurrido  porque no llevaba mas ropa que la que tenia puesta.
Ya pasando por el alto del pino;  se vislumbraba  Ramiriquí… por fin un merecido descanso…


Allí en la plaza de mercado de Ramiriquí; la parada era obligatoria; hacer pipi, comprar  y comer arepas, carne nitrada , una gaseosita, una caminadita  y estirada de piernas y si había tiempo y plata un almuerzo con  arveja de Ramiriquí  mismas que son muy frescas  y con  el mejor color verde que yo haya visto.  El conductor se sentaba  a almorzar y ese era el tiempo que teníamos igualmente para  comer o dar una caminadita.


El conductor salía nuevamente con su palillo entre los dientes; se subía al bus, hacia sonar las cornetas  en señal  de alerta y mientras  encendía el bus, luego todos arriba nuevamente; los pasajeros que abordaban allí  iban con destino a las veredas y pueblos  cercanos; como  puente Camacho, Boyacá (Boyacá),  Soracá y Tunja; y su vestimenta, equipaje, olores y demás, completamente diferente a los anteriores…



Canastos con cuajadas, con arepas, con chorizos, con frutas  ciruela, duraznos, pañolones grandes, sombreros chiquitos, sacos  abrigados, y ruana… cachetes bien rojos, diente de oro  y ese olor que  los identifica….como  unos dignos representantes del reino.

Los canastos con cuajada iban escurriendo el suero, dejando una gran humedad en el piso  y de  paso ese olor característico a acido láctico que deja todo impregnado…


 Y se repetía la  acción del ayudante , permiso, pa onde va?, es tanto, y córrase pa trasito patrona. mientras la música no dejaba de sonar.http://www.youtube.com/watch?v=cNbbvi5Vvuc&feature=related

En uno de los varios viajes; en Ramiriquí subió una señora  gorda, de cachete colorado, con pañolón negro, sombrero pequeño, falda multicolor larga y ancha, con un canasto grande  tapado con una tela de colores rosados con amarillo y flores rojas; del cual salía un  olor a chorizo crudo fresco, el canasto lo llevaba allí por que no quiso que el ayudante lo pusiera en la canasta arriba del bus;  este canasto era  bien grande; y no lo pudo acomodar sobre sus piernas, por lo que tuvo que acomodarlo en el piso en el centro del pasillo, nosotros íbamos con dos amigos en la parte de atrás, y allí muy cerca se  acomodo la señora con su canasto lleno de chorizos;  y antes de llegar a puente Camacho se durmió.


El bus continuo el viaje  y en  Boyacá, (Boyacá); viendo detenidamente el canasto; observe como de un lado salía una casi imperceptible punta de uno de los chorizos; pero desde mi puesto no alcanzaba a tomarla; por lo que le hice señas  a uno de mis amigos de viaje;  y este también la vio y como estaba más cerca, la halo con mucho disimulo; cuando empieza a salir una cadena de chorizos y este amigo no sabía qué hacer, entonces  abrió su tula, y empiezo a empacarlos ahí ; mientras nosotros teníamos que taparnos la boca con un pañuelo para  opacar un poco la risa y el otro rojo , serio y asustado, seguía halando y los chorizos seguían saliendo y saliendo;  a los pocos minutos termino la  cadena y se termino la operación. Mientras la señora roncaba muy fuerte. Ya con  la tula llena de chorizos, quedamos en que se bajaría  en Soracá y que de allí tomaría otro carro hasta Tunja; nosotros nos rebuscamos y le dimos para el pasaje. Y asi se hizo.

En Soracá  se bajo  el amigo con su tula llena de chorizos mientras nosotros   y los demás pasajeros continuamos y nos  empezabamos a alistar para el descenso final en Tunja.. y  llegábamos a Tunja después de varias horas de viaje;  muy cansados y   todos llenos de tierra,  a bajar nuestras cajitas de cartón y la maletica;  y a esperar al amigo  de Soracá; la señora del canasto se bajo y se subió a un bus que iba con destino a Corrales, mientras nosotros nos quedamos por dos horas  mas allí, riéndonos , tomando gaseosa y pensando cuantos chorizos habían salido del canasto.

Cuando  por fin  llego el amigo  con el botín;  muy curiosos;  y a la expectativa, salimos a recibirlo mientras nos reíamos a carcajadas, allí en una cafetería, él  saco la cadena de chorizos, y  contamos 37, de este botín; se  suponía que   se dividía en tres partes equitativas; pero el  autor material del hecho, estaba estudiando derecho  y como todo buen abogado futuro; empezó a poner en práctica   lo relacionado con la repartición de  bienes; pues este solo nos dio a cada uno de a 6 chorizos, o sea 12  y se quedo con 25;   no valió argumento de la logística, ni del esfuerzo para el pasaje entre Soracá y  Tunja; NO ACEPTÓ nada de nuestros argumentos  pero como todo era  por pasar el tiempo dejamos el asunto ahí, mientras nos  mofábamos de cómo cambiaba de color, moviendo los ojos hacia los lados y haciendo fuerza para que  nadie lo  viera, mientras  iba saliendo el montón de chorizos uno tras de otro. 

Años después  el mismo amigo  ya  abogado de profesión; nos comento que  la cantidad de chorizos que habían salido    eran  57  y no 37 o sea que  la injusticia fue mayor…pero quedamos con la satisfacción de haber contribuido en algo  con  ese amigo  y  fue  lo relacionado con la practica del derecho mientras era un estudiante; lo que le sirvió mas adelante ya en su vida profesional.

2 comentarios:

MOTITA dijo...

Hola
Hace unos DIAS buscando un tema sobre escuelas en Colombia encontré tu blog. Me he entretenido muchísimo leyendo algunos temas y estoy siguiendo tu última entrada. Por estar lejos de mi lindo país y con la misma motivación (creo) la de escribir nuestras vivencias, por lo menos a mi me pasa que me di cuenta que mi memoria esta muy bien para recordar cosas del pasado, pero en cosas del dia a dia tiendo a olvidar entonces antes que me pase lo que narra
García Márquez en CIEN AÑOS DE SOLEDAD sobre marcar las cosas con su nombre para saber que son pues estoy en la tarea de escribir mis recuerdos.
Leyendo tu blog me acorde de una cancion que dice: "si quieres conocer al pueblo colombiano súbete en un bus del servicio urbano"
Gracias por entretenerme y hasta pronto

hector roldan dijo...

MOTITA...

Gracias... por tu tiempo y por leer mis bobadas; solo son relatos de vivencias que cuando se tiene la fortuna de nacer en una provincia se viven y se sienten mucho mas que si fuera en al ciudad.... y sobre todo cuando uno esta lejos de su patria... la nostalgia y los recuerdos lo transportan y los recuerdos afloran en todo momento... un abrazo..
Hector.