Anécdotas, Cuentos, Historias

lunes, 18 de mayo de 2015

Un Toro Extraterrestre





Toño tenía, solo 25 años cuando  le fue encomendado, por parte de su abuelo, llevar  desde la finca hasta el pueblo más cercano  800 toros cebados que  estaban listos para  embarcar y vender en Bogotá. La finca  del abuelo de Toño,  estaba a mas de  8 jornadas de camino,  y  el ganado debía ser llevado de manera lenta pero constante   para que  no se cansara y asi llegaran al punto de embarque lo menos maltratado posible.
Después de dos jornadas es decir dos días de camino, el toro más grande de color negro y con un peso de  827,5  Kilogramos de peso, se quedo retrasado; por lo que  Toño  al ver esto, debió con  un susurro y silbido suave  animarlo para que continuara y se uniera nuevamente a la manada; pero  el animal  no accedió a su forma de animarlo, luego debió cambiar de estrategia y asi sacó su poncho que siempre lo acompañaba y procedió a  hacerle un sacudón  con el mismo, con el fin de que el toro le hiciera el lance, lo que ocurrió  de manera inmediata  y  en cuatro lances mas, el toro le dio alcance al vaquero y el  animal no se detuvo,  persiguió al vaquero de manera rápida constate, fiera y  despiadada hasta casi alcanzarlo.
Toño el vaquero, al verse  perseguido y asediado por el toro negro,  mientras corría, vio  en la distancia una gran cascada de agua, que caía a mas  de 100 metros de altura,   se dirigió a ella y se subió de manera  muy rápida  por la caída de agua, pero el toro  también lo hizo simultáneamente;  en este momento Toño se acordó que llevaba un machete y  ya cuando el toro estaba a punto de alcanzarlo, saco el machete  y le dio un golpe al agua,  en ese instante, una luz destellante alumbró, el espacio,  y el  chorro del agua, se cortó súbitamente y fue ahí cuando el toro  se desplomo hacia el fondo del precipicio,  y la vida del vaquero se salvo.
Aquel toro negro  cuando cayó al fondo del precipicio  bramó como pidiendo auxilio, el bramido era muy fuerte y diferente a como lo hacían los demás toros;   en ese momento apareció nuevamente luz destellante y fuerte  que ilumino el cielo y la tierra,  y dentro de ella  salió un platillo volador muy grande de color negro, con luces de colores, que hacia  movimientos giratorios hacia adelante y  hacia atrás,  y el mismo se fue elevando de manera muy  rápida sobre el firmamento.

A los 2 días luego   de haber vivido aquella experiencia, el vaquero, su abuelo y  12 trabajadores fueron  a buscar los restos del animal, pero no encontraron ninguna señal  ni de vida, ni de muerte, por lo que infirieron que  aquel animal  era un extraterrestre que había sido enviado en forma de toro a la tierra,   para que aprendiera las múltiples sapiencias del vaquero, quien desde niño y por enseñanzas de su abuelo adquirió año tras año para defenderse en  la vida mientras crecía en  las llanuras de Colombia. El vaquero también fue salvado por los   extraterrestres, y no era para menos, pues aun debía enseñarle a  varias generaciones todo lo que él había aprendido del abuelo y de la vida misma, mas todas las proezas que hasta ese momento había realizado y jamás  descartó la idea que  más adelante enviaran a  otro extraterrestre a   seguir aprendiendo  un poco más sobre    todas  sus hazañas.