Anécdotas, Cuentos, Historias

jueves, 26 de julio de 2012

LA CHAMPA.


LA CHAMPA.
La champa Fot. Myriam Vargas. Miraflores.
Ese fruto  de sabor exótico que  con solo verlo y pensar en ello   pone a funcionar  la producción de saliva como cuando uno ve a alguien consumiendo limón directamente.

La champa o  comúnmente llamada Chamba, (Campomanesia  Lineatifolia) la hemos considerado como una fruta única y propia  que identifica a  la región del Lengupá , pero en especial a  Miraflores, todos soñamos con un gran sorbete de esta  delicia, o con un helado de la misma fruta.

Hace años, unos de los pocos que hacían los famosos helados de champa en Miraflores, era la esposa de Don Pablo Barreto  en la esquina del parque principal, frente a la alcaldía municipal bajando por la calle de la consistorial; allí legábamos grandes y chicos a comprar ese delicioso manjar Mirafloreño; al volverse famosos los helados de esta fruta que  se veía como algo insignificante, otras heladerías  copiaron la  idea y  poco a poco se fue volviendo muy comercial este tipo de helados en todos los puntos de venta.

El fruto  que se cosecha una o máximo dos veces en el año,  era usado en todas nuestras casas para hacer  ese delicioso sorbete o jugo de fruta   batido  con leche, mismo que nos era servido bien a la hora del almuerzo o   a la media mañana o por la tarde, por lo que  desde siempre ha sido la Champa, parte de nuestra dieta, de nuestra cultura culinaria y hoy gracias a dios orgullo de  Miraflores.

Cuando estudiaba en la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá,  entre los años  1984  al 1990  todos los años para la  cosecha, de la fruta en  Miraflores  alistaba viaje y  en la plaza de mercado compraba un montón de fruta fresca, que  llevaba a   la casa y con la ayuda de  dos señoras la despulpábamos y empacábamos en bolsas plásticas en cantidades de libra, que después  congelaba y cuando regresaba a Bogotá nuevamente, la llevaba bien acomodada en termos  especiales para que no  se perdiera la cadena de frio. Mientras duraba el viaje.

Esta pulpa  de  fruta de champa bien refrigerada y empacada,  la vendía por libras a la persona que  era la propietaria de la cafetería de la facultad de Agronomía en ese entonces; después de que  la  administración de la Universidad Nacional de Colombia  quitara la cafetería central en donde nos proveían alimentos a los estudiantes y  a cambio  en cada facultad  montó  cafeterías particulares para  suplir  esta necesidad estudiantil. Allí en la cafetería de la facultad,  les indique como hacer el  famoso jugo de champa y aprendiendo inmediatamente, lo empezaron a comercializar;  todos los  compradores y degustadores, se preguntaban y esto qué es?  como se llama? de donde salió? En donde se cultiva?  que fruta es? que sabe muy rico!;  uno  de mis profesores cuando   lo probo   e investigo de donde había salido la fruta, me llamo para hablar sobre el tema  y describió su sabor como una mezcla entre   guayaba, maracuyá y guanábana.  Los jugos se vendían en tiempo record  y  me pedían mas  y mas pulpa pero  desafortunadamente la cosecha era  muy corta  y  mi capacidad logística muy pequeña  lo que limitaba el suministro permanente de la famosa PULPA DE CHAMPA que era muy  solicitada por todos los que  compraban allí  sus alimentos y tenían el privilegio y placer de  saborearla.

En ese entonces  y por sugerencia de uno de mis profesores mi  proyecto de grado era realizar  una investigación sobre esta exótica fruta, ya que  empezaba en el país a ponerse de moda la fruticultura y en especial la de frutas exóticas como la pithaya,  la guanábana etec. Al dar inicio al proyecto encontré grandes limitaciones debido a la  escasa o nula información básica que permitiera  tener un punto de partida inicial, por lo que el proyecto quedo allí, cambiando mi  investigación del cultivo de la champa hacia otro muy  promisorio   el cultivo de la Guanábana.

Con el producto de la venta de las muchas libras de pulpa de fruta de champa, que  comercializaba en un solo punto obtenía dinero suficiente para poder  parrandear  y ayudar en algo para mis estudios, más para parrandear que para los estudios a decir verdad. A esta pulpa  empacada le coloque el nombre comercial "Frutica`s del campo". y le hice un logo que ponía  sobre las bolsas adherido con cinta adhesiva; fue  tan  bueno el mercadeo de esta pulpa de champa, que las  utilidades me permitían en esa época viajar con frecuencia en avión desde Bogotá a Cali a visitar a una de las novias de ese entonces. 

Hoy estando lejos de mi patria grande y de mi patria chica  añoro tener sobre  mi mesa del comedor a la hora del almuerzo, o  de la comida, o a cualquier hora del día un gran vaso lleno de este jugo  cargado de sabor y de nostalgia; entonces debo conformarme con ver las  fotografías del FB y pasar saliva por un largo tiempo mientras mi mente  recuerda y evoca  su sabor y mi paladar y cuerpo  lo pide como  cuando se  requiere  de un analgésico para calmar el  dolor rápidamente.

viernes, 13 de julio de 2012

CARMEN TORRES VACA.



Miraflores Boyaca Fot Miraflores.
Doña Carmen Torres Vaca nacida en Miraflores Boyacá el 31 de julio de 19…?
Una  mujer de familia pobre, humilde y trabajadora, nació con una gran limitación física y mental que  no le permitió ir a  la escuela, por lo que debió aprender a trabajar desde muy niña en todas las labores del campo.

Desde muy niña,  y por la necesidad  económica de su familia, que sumado a su limitación física,  debió hacer muchas labores propias de las familias campesinas allí en su vereda natal. Después de la violencia y abandonada por sus padres quienes fallecieron, llego al área urbana  a vivir con su hermano medio Ricardo Vaca a la casa de su madrina de bautismo, por el lado de Santa Bárbara más o menos a unas dos  o tres casas de la capilla, saliendo para la Mocasía a mano derecha. Su madrina hacia o fabricaba lazos  de fique que trenzaba con una tarabita y los cuales vendía los días de mercado por  la calle de la consistorial, cuando aun existía el muro de la propiedad de don Pablo Barreto o en la plaza de mercado del pueblo.

Capilla Santa Barbara Fot Myriam Vargas.
Tiempo  después   fue llevada a trabajar a una casa de unos personajes locales, todos los días Carmen Torres Vaca debía levantarse temprano, hacer labores como recoger leña, prender el fogón, dar de comer a las gallinas y a los cerdos, cargar la leche, ayudar a recoger las cosechas y los días de mercado acompañar a los patrones a la plaza   y llevar a sus espaldas, sobre sus hombros o  en sus brazos los canastos pesados llenos de yuca, papa, plátano, frutas y hortalizas.
Vecindario de Carmen camino a su casa Fot Lig Ballesteros.
Así durante unos años debió trabajar para ganarse el sustento diario ya que por su labor  jamás le fue reconocido peso alguno,  el trabajo  siempre le fue cancelado con  comida, algo de ropa y un lugar en muy regulares condiciones en donde se alojaba, injusticias que debió aceptar ya que por su limitación jamás pudo expresar su inconformidad, más que con algunas palabras incipientes y acciones desmedidas momentáneas.

Cansada de  su excesivo trabajo y de la injustica, regresa a donde su madrina a ayudarle nuevamente, pero al poco tiempo queda en embarazo, mismo que fue producto del abuso  sexual por parte de algunos trabajadores municipales que prestaban el servicio de recolección de  basuras. Embarazos que  fueron repetidos en varias ocasiones.
Vecindario de Carmen Fot Myriam vargas.
Sus varios hijos 2 o 3  luego  de su nacimiento, debido a la gran limitación física y mental de Carmen, perdieron la vida, su madrina quien era la persona que le ayudaba, debía salir a comercializar los  lazos  de fique producto del trabajo, luego Carmen  se quedaba sola con su hijo y cuando esto ocurría y los niños lloraban, les amamantaba sin problema alguno por instinto maternal, pero no realizaba el proceso  normal  después de la toma de alimentos  llamado comúnmente “sacar los gases a los bebes” por lo que estos lloraban inconsolablemente hasta que se enojaba  y diciéndole  en su lenguaje incipiente “paputa”, los tiraba sobre la cama violentamente, según contaban algunos “los pobres niños en el golpe se reventaban por dentro, enfermaban y morían al poco tiempo”.

En su último embarazo, fue atendida por  el Doctor Ortiz,  un profesional de prestigio local, no solo por su  habilidad medica, sino por su forma de  ejercer la profesión y su particular forma de disfrutar la vida después de sus tragos. EL Dr. Ortiz como se le conocía,  era propietario de un vehículo  comando marca jeep de color verde chillón con blanco en el que se trasladaba de un lugar a otro y cuando estaba bien ebrio, por todas las calles del pueblo lo conducía a alta velocidad pero  en reversa… este médico era  famoso por sus tomatas, por su vehículo, por su habilidad  de conducir en reversa y por la destreza  en la atención de pacientes aun estando con altos niveles de licor.

El Dr Ortiz  en la atención a Carmen de su último embarazo, procedió de manera inconsulta, pero con la responsabilidad social,  al ver cómo Carmen perdía un hijo tras otro debido a su incapacidad, tomo la determinación de ligarle las trompas  y con ello evitar más embarazos  en la paciente.

Carmen en medio de su limitación entendía perfectamente que habían realizado un procedimiento en su organismo que  no le permitía tener hijos, por lo que siempre que veía al Dr. Ortiz le gritaba en medio de su incipiente lenguaje “paputa no bb aquí” mientras  con sus dos manos señalaba y se tomaba el estomago y el Dr. Ortiz, debía salir del lugar en donde estuviera por que Carmen le ponía cantaleta todo el tiempo.

Camino recorrido por años Fot Miraflores.
Después de varios años de trabajo,  la pérdida de sus hijos, la cirugía de sus trompas, la muerte de su hermano  y la muerte de  su madrina, fue llevada al ancianato municipal siendo aun joven. Allí le proveían alimento, ropa y techo digno, pero igual debía colaborar  no solo en lo relacionado con todas las labores domesticas propias del lugar, sino con otras dependencias como la iglesia y el convento en donde Vivian las monjas de la comunidad local. Y siempre todos los días de mercado ir a la plaza a cargar los canastos llenos de mercado  que eran adquiridos o donados para alimentar a los ancianos del lugar, las monjas del convento local, y el hospital.
Su morada Ancianato San Jose Fot . Miraflores.
Carmen era vista con frecuencia en  varios lugares pidiendo su limosna, cargando los canastos del mercado  desde la plaza hasta las diferentes casas, al ancianato y al hospital,  también era vista  con frecuencia en la iglesia del pueblo, llevando  canastos con mercado o con pollitos que no dejaban de chillar, allí en la iglesia  se le veía comulgar  o por lo menos hacer la fila para  recibir el cuerpo de Cristo, mismo que algunas veces era negado por su comportamiento dentro del templo.

Cuando llego a Miraflores un sacerdote de nombre Bernardo Arbeláez Saldarriaga,  fue este quien trato de enseñarle algunos ejercicios vocales que le permitieran expresarse con palabras, ya que esta limitación debe ser tratada con terapia, que   de manera lenta va mejorando la dicción,  ejercicios que consisten en usar palabras cortas  y con combinaciones entre  consonantes,  o trabalenguas que igualmente se utilizan en la educación de locutores de radio y periodistas a fin de que literalmente la lengua se suelte como se dice popularmente, entonces Saldarriaga, le enseña dentro de los varios ejercicios  “bra, bre, bri,  cra, cri, cro y a decir entre otros mas caraca, caracai, Caracao, la lora grita cacao”, Carmen muy aplicada aprendió   a decir este medio trabalenguas por lo que  orgullosa salía por el pueblo a gritar. “caraca caracai, Caracao”,  y desde ese entonces  todos niños le empezamos a llamar la “CARACAO” mientras  ella ofendida cuando se mofaban o le gritaban Caracao corría tras los niños y  tiraba piedra para alejarlos.
Carmen Torres Vaca.. Fot  Miraflores.
Carmen Torres Vaca o LA CARACAO,  vivió hasta hace pocos años,  siempre  fue muy servicial, y se supo ganar el aprecio y cariño de varios lugareños, por lo que cuando pasaba por una  casa le daban algo de dinero, o alimentos,  y si era por una cantina le brindaban una gaseosa y a veces hasta una cerveza;  con el dinero que  recogía  de la limosna, ella  junto con la directora, compraban pollitos pequeños, los cuales siempre cuidaba con mucho esmero hasta que estuvieran grandes, los mismos que  compartía con alegría y sin egoísmo  con todos los ancianos  que eran sus compañeros en el ancianato San José; y se enojaba mucho  cuando no ponían suficiente pollo a sus compañeros en el plato, enojo que era expresado con movimiento fuerte  de sus manos, con sus incipientes palabras soeces, y  con la salida repentina del  lugar  hacia la calle gritando  “caracai caracai Caracao”. Frase que tomó  y uso siempre para poder expresar lo que sentía su corazón.
En Su labor . Fot Miraflores.
Carmen Torres Vaca ciudadana Mirafloreña, debidamente cedulada,  participaba  en todas las elecciones,  con su voto como los demás moradores del ancianato los cuales en el día de elecciones eran debidamente arreglados, y trasladados hasta el parque central, bien en carros, alzados  a tuta, o llevados al hombro, en camilla, sillas de ruedas y en muchas ocasiones hasta en carretillas;  ese día se volvían verdaderamente importantes para los politiqueros locales mientras depositaban el voto  y  por supuesto  no importaba si en el traslado  algún ancianito se popociaba o tenia algún percance,  lo importante era no dejar perder esos voticos; allí en las respectivas mesas de votación ejercían el sagrado derecho de elegir, solo que no elegían ellos sino  sus acompañantes, personajes que aprovechaban la incapacidad de muchos de ellos  y hacían depositar el voto a las urnas  de madera, cuando este era  realizado por listas en papelitos, los cuales iban bien doblados y dispuestos en un sobre pequeño para las  diferentes corporaciones.
Cedula de  Carmen Torres Vaca. cortesia de Myriam Vargas.
En muchos comicios, después de que  los ancianos ejercían el derecho del voto, los politiqueros los dejaban  en las calles al rededor del parque literalmente BOTADOS y muchos ciudadanos debían llevarlos por cuenta propia y por labor  humanitaria nuevamente al ancianato. 
Cédula Cortesía de Myriam Vargas.
No se  tiempdespués como lo hacían, cuando ya el voto era marcando un tarjetón,  pero si se que estos votos, aun siguen siendo validos para la definición  electoral del momento y los políticos de turno como los de antes, en ese día no les importa llenarse de pie a cabeza del popo de los  ancianos con el fin de obtener sus beneficios.
Compartiendo Fot Miraflores.
La Caracao permaneció  viviendo desde ese entonces  y por muchos años en el ancianato local gracias a la misericordia de quienes han estado allí al frente de esta obra y   a la bondad de muchos de los ciudadanos locales que  aportan  dinero, alimentos, vestuario, medicamentos y demás;  y aunque no son  suficientes para  satisfacer las necesidades básicas de quienes allí permanecen, si son un paliativo temporal dentro de las múltiples necesidades requeridas.

Sus ultimos Dias. Fot Cristian Rojas E.
Carmen Torres Vaca, La Caracao, un personaje más de Miraflores, que vistió con faldas y vestidos largos  y siempre encima un delantal de múltiples colores vivos y jamas le pudo faltar su sombrero asegurado con barbuquejo,  su sombrilla,  sus aretes largos, sus anillos en casi todos los dedos y el montón de collares coloridos colgando de su cuello. Finalmente falleció  anciana, dejando gratos recuerdos entre  toda la población  local, a CARMEN TORRES VACA  la recordaremos más fácilmente por su  moquete de pila la CARACAO y la llevaremos con cariño y  aprecio siempre. Que El señor le tenga en su lugar y Q.P.D.

domingo, 8 de julio de 2012

La Cita.


CON  ROSARIOS.*
Hace años,  al igual que ahora, en todos los municipios  productores de café principalmente, o donde había una economía pujante, los establecimientos de venta de licor , juego y sexo, llegaban, se establecían y prosperaban muy rápidamente; los establecimientos  que no faltan en un pueblo grande, mediano o pequeño, son las cantinas, los billares  y las casas de amor; por supuesto Miraflores jamás fue la excepción, allí desde hace varios años hacen presencia estos tres tipos de establecimientos , ligados uno con otro y estos a la vez ligados a la economía local, que  está vinculada con el trabajo y todos  estos en su conjunto ligados de manera directa a la hombría y al machismo.

La economía local  producto del trabajo de  su gente, la dedicación al  trabajo y al ahorro.  el esfuerzo y sacrificio  que sumado a lo prodigioso del clima y sus  fértiles tierras, hizo de  esta región un lugar en donde se movía el dinero  que salía  de las actividades como las del algodón, el café, la caña, la madera y el ganado; esto permitió  ampliar más el comercio, la construcción y el desarrollo local;  y  ahora en los últimos años  se ha sumado la infraestructura petrolera y el paso del petróleo por nuestras ricas tierras.

Todo este conjunto especial trajo  consigo los negocios que  le sacan de entre las manos el dinero a  su gente, pero que también permiten los desahogos, la diversión,   y el entretenimiento  necesario después de las arduas jornadas de trabajo.

En Miraflores  desde hace muchos años, la presencia de personas que ejercen la profesión más antigua del mundo, han estado allí presentes y han ejercido o ejercieron su oficio en dos casas  que  se ubicaron a las  dos salidas del pueblo, una por el lado de la Mocasía y otra por la salida hacia Páez. Lugares, debidamente aprobados por la municipalidad, repudiados por las damas locales y apreciados  y muy visitados por los hombres del pueblo.

Las  famosas casas,  llamadas casas de citas eran lugares en donde  se prestaban los servicios sexuales a todos los hombres necesitados, apresurados y presionados hormonalmente, por descargar las gónadas y saciar su apetito carnal  y ese instinto animal que se lleva dentro.  Pero también se prestaban los servicios  de compañía para aquellos que solo buscaban la compañía y comprensión femenina acompañada de palabras tiernas, amorosas, sensuales, exóticas y de aliento que no lograban encontrar en sus parejas.

Luego  la presencia de  las damas que prestaban estos servicios era muy común y corriente, las damas  provenían de diversas regiones del país, y eran reclutadas por alguien en la capital  Bogotá; y a su vez contactadas por las matronas de los lugares Las dos damas Rosario; quienes hacían su viaje expreso hasta la capital, para luego llevarlas a Miraflores e instalarlas en la CITA  y allí prestar los servicios solicitados por los visitantes.

Las casas de citas en Miraflores tenían algo particular las dos matronas  propietarias eran llamadas con el mismo nombre,  ROSARIO y eran competencia  una con otra como en cualquier negocio; luego la cantidad  de clientes,  y por supuesto los ingresos, dependían de la disponibilidad de mujeres, de la belleza contratada, de la frescura presentada  y por supuesto de la atención brindada.

Las casas eran casas de construcción sencilla y muy rudimentaria, que en el día permanecían cerradas  al público y en la noche en su puerta alumbraba  un pequeño bombillo de luz rojiza, o azul,   que indicaba  que  ya estaba abierto el lugar. 

Este lugar era visitado por  clientes de género masculino, con la mayor diversidad de trabajos y profesiones tales  como médicos, abogados, ingenieros, profesores de la escuela y del colegio, jueces, comerciantes, policías, trabajadores, conductores, obreros, estudiantes y en varias ocasiones hasta el sacerdote de turno.

Historias sobre las visitas a donde doña rosario hay muchas, porque fue también ese lugar, y ese personaje que  hizo parte del desarrollo local   y de la historia local, que  conoció las mas secretas historias, debilidades y fortalezas de cada uno de sus clientes, los cuales siempre trato con respeto y aprecio.

Allí a la casa de citas  de la  salida hacia Páez, se llegaba por un camino empedrado  y la visita era por curiosidad, por  costumbre, por necesidad, o simplemente por diversión, luego había clientes diversos  con historias diversas. Como la historia del profesor Ramón y la de otros tantos profesores  y profesionales que eran clientes VIP y que  podían  disfrutar de suculentos tragos y alimentos en paños menores y en compañía de las damiselas dentro del tanque de almacenamiento de agua llamado piscina; también  estaban los que  por curiosidad entraban, pero por falta de dinero no tenían acceso a  los servicios  luego  si no había dinero de por medio, el cliente debía salir rápidamente del lugar o era sacado,  por que allí se llegaba a dejar el dinero  o se consume trago,  o  va a la cama,  o se va para afuera no se aceptaban solo mirones  ni tocones.

A  Miraflores  llego un profesor   llamado Segundo Simón Bolívar; el cual rápidamente se convirtió por referencia de Ramoncito en un cliente VIP  del lugar y en una ocasión se encontró con otro cliente por allí en uno de los salones, Ramón quien era conocido y compañero de los dos, los presento  entonces el profe Bolívar se presenta como debía ser con su nombre "Segundo Simón Bolívar" pero el interlocutor  de nombre Antonio,pensó que le estaba tomando del pelo y  después de escucharlo cuando le  correspondió el turno se presento mucho gusto,  "Segundo Antonio Nariño" y esta que esta con migo es "Manuelita" pero por esta noche no la puede tener porque es solo mía, los que estaban ahí soltaron la risa y los dos nuevos conocidos quedaron de amigos por siempre por  tamaño coincidencia del encuentro entre estos tres personajes de la historia Simón Bolívar, Antonio Nariño Y Manuelita.

Cuando unos estudiantes bajaron una noche a calmar los deseos carnales, por supuesto  con poca disponibilidad de dinero , entraron al lugar y lo primero que hicieron fue llamar a la propietaria del lugar para preguntar cuánto valía la cerveza, el trago  y por supuesto el momento de pasión con alguna dama; Doña Rosario  muy atenta les comunica los precios, allí la cerveza y todos los licores, costaban hasta tres veces más que lo que valía en una cafetería y era mucho más alto el valor dependiendo del marrano. Luego después de escuchar los diferentes precios Cerveza a 15, aguardiente a 100 y la niña 250, alguno de ellos le replico que si  había una posibilidad de tener un menor precio por la dama, ya que tenía disponible 70  es decir para dos cervezas y solo 50 para la dama. Doña Rosario le dijo; si espere un momentico y le pego un grito a una de  las trabajadoras diciéndole, "hágame el favor y me trae la muñeca de palo para este pobre muchacho por que no tiene para pagar una de carne"… y lo saco del lugar  a escobazos.

Doña Rosario;  tenia a todas sus colaboradoras siempre en las mejores condiciones físicas y sanitarias;  cada ocho días se veía salir de  la CITA, subir a la plaza de  mercado acompañada de unas 6 o 7  de ellas  todas bien pintadas, bien vestidas, entaconadas y perfumadas, con destino hacia el Hospital Elías Olarte , en donde se les hacia el respectivo control sanitario, ese día en el hospital muchas personas que estaban por allí esperando ser atendidas por los médicos de turno, aplazaban las citas ya que el hecho de compartir espacio con todas estas bandidas les causaba angustia, repudio y asco.

Después de la respectiva consulta,  la matrona y toda su recua  de acompañantes como se les decía  popularmente, salían hacia el parque principal  entraban a los almacenes a comprar y daban  varias vueltas por el parque principal y otras calles, contoneando la cadera, mostrando su carné de sanidad,  coqueteando, mandando besos y diciendo piropos a cuanto  hombre joven, adulto y viejo estuviera por allí. Los hombres solitarios o en grupo  no dejaban de verlas, se reían con ellas, les decían cosas y les observaban desde el pelo hasta la punta de los pies como dice la canción, se hacían comentarios morbosos  y a veces impertinentes de los atributos que ellas estaban poniendo en venta principalmente, lo voluminoso de  su trasero, lo grueso  y largo de sus piernas  y  el tamaño de sus lactas

Las Damas del pueblo criticaban, se hacían cruces, torcían la cara y decían cosas sobre las pobres bandidas, eso  sí, sin quitarles el ojo de encima y silenciosamente admirar  y tal vez envidiar como se  podían contonear y mover armónica y sensualmente las caderas  y traseros metidos dentro de sus  vestidos o pantalones  bien apretados e iban acotando con voz sarcástica  que será lo que los hombres les ven  a estas guarichas… uyyyy que hombres más sucios, quien sabe que es lo que les dan esas indias.

En ese entonces no había publicaciones especializadas en esos temas y menos virtuales en donde se pudieran exponer los ejemplares con todos sus atributos, luego la manera más fácil de comercializar el producto era  mostrándolo en vivo y en directo y ese era el fin de estos famosos paseos por el pueblo, pero tenían un valor agregado, el hecho de tener  debidamente actualizado su carné de sanidad, ya que eso le daba ese toque de seguridad para que los clientes fueran con más confianza, lo que sumado al  coqueto, a la insinuación y los piropos directos por parte de las susodichas, hacían que este método de comercialización fuera muy eficiente.

El lugar muy en el fondo era aceptado también por las mujeres del pueblo, ya que decían que era  necesario que  estas trabajadoras sexuales  estuvieran allí  cumpliendo su labor ya que eso  permitía que las mujeres de bien no fueran acechadas, perseguidas y abusadas por parte de los   hombres necesitados de calmar los instintos  sexuales

Allí a la cita  se llegaba por diversión era como entrar a cualquier otra cantina a tomar cerveza o aguardiente, solo que los precios muy altos, de paso se echaba una bailadita bien apretadita con la pareja  y si el paciente lo deseaba y tenía el dinero podía pasar al segundo nivel a disfrutar por un momento luego si eso ocurría, allí quedaba sepultado para siempre en los huecos de  doña Rosario, todo el dinero fruto de su trabajo.


*
este relato se ha podido hacer gracias a la colaboración de varios de mis lectores, quienes han participado activamente y han aportado vivencias y hechos no conocidos  públicamente. Por obvias razones no puedo mencionar quienes son pero si puedo agradecer infinitamente toda  su contribución

sábado, 7 de julio de 2012

Don Gregorio.


Don Gregorio.

Interior de la  iglesia  Miraflores  Boyaca Fot Julian A Calderón.

Don Gregorio  ese personaje más  de Miraflores que no paso inadvertido, por esta vida, no solo por su grandes dotes musicales, sino por su carisma,  su forma de pensar, actuar, hablar y vivir su muy particular vida;  él fue un  hombre que  vivió en la calle que conduce de lo que actualmente es telecom hacia el parque principal, exactamente en la casa de don Severo Hernández; allí vivió por mucho tiempo  don Gregorio Ballesteros Guzmán,  un hombre 1,60 metros de estatura, andar corvo, de lentes gruesos, cabello corto, áspero y puntudo tipo aguja, de  voz chillona, vestir tipo Mao Tse - tung,  con prendas hechas en dril, anchas, de color caqui y anchos bolsillos, buen amigo, conversador, respetuoso con todos mientras no se tocara su  forma de pensar, de manos laboriosas, maestro musical y de un genio que solo aguantaba el mismo.

Don Gregorio como todos le conocíamos;  y le llamábamos por lo menos de frente; fue conocido  popularmente como FLAUTA.; moquete que le fue colocado debido a su peculiar forma de hablar, con  voz chillona, intensa, fuerte de mediana amplitud y  aguda, de buen timbre, y de ciclo corto, él fue un hombre que decía ser ateo, con pensamiento de izquierda, revolucionario, socialista, comunista, Marxista, Leninista, Maoísta, enemigo acérrimo del capitalismo, de las religiones, en especial de la católica, y por supuesto de los  Yankees y sacerdotes, zapatero, intelectual, y músico.
Fot. N. Ramirez. Pintura en la pared.
Nadie sabe con exactitud la fecha de su nacimiento, pero si se sabe que es  un Mirafloreño de CEPA. Casado con doña Ana Sofía, quien falleció de un cáncer, padre de 4 hijos (Henry, José, Guiomar y Graciela), quienes vivieron en Tunja, sus hijos se educaron en el colegio de Boyacá, y en otros de prestigio;  después de su separación se fue a vivir a Miraflores en donde se estableció ejerciendo su profesión  de Zapatero y Músico.

En su lugar de habitación en Miraflores. Tenía su negocio  como  zapatero  reparador y fabricante, los zapatos que elaboraba en fino cuero, con hormas muy bien definidas, eran comprados solo por conocedores ya que sus modelos eran clásicos, bien elaborados, con material  de óptima calidad y sobre todo muy suaves.

Su vida transcurría con la tranquilidad de aquel que  vive la vida sin lujos, con sencillez, pero con orgullo. Su forma de vida solitaria y muy austera, le imprimía ese toque de frialdad con que era visto por muchos pero que en el fondo de su corazón era un hombre  bueno, trabajador y honesto.

Sus dotes como músico  inigualables, la ejecución de instrumentos  como  la guitarra, el tiple,  el requinto,  la bandola  y la mandolina, no eran fácilmente superados por  otro músico local, ejecución  que hacía en  sus momentos de descanso para deleite personal y de cuando en vez;  yo  recuerdo cuando pasaba por el frente de su negocio y el estaba ejecutando cualquiera de sus instrumentos me paraba por buen tiempo a escuchar con atención,  como cada instrumento debidamente ejecutado emitía las más sonoras y armónicas melodías; mientras él decía con su voz chillona “Como le va joven?”  y seguía tocando.

En otras ocasiones llegaban  músicos locales a tocar con él, a aprender  y a perfeccionar el arte allí en su zapatería, era un verdadero placer escucharlo no solo tocar los instrumentos sino  la forma en que se dirigía a los acompañantes.

Don Gregorio fue ese personaje  que con  la expresión “hijo de puta”  y otras tantas, siempre acompaño  sus  diálogos, sin ningún recato ni mesura frente a ningún auditorio.

Él era convocado y llamado a participar con frecuencia en muchos actos locales, pero en su mayoría los rechazaba por qué no era un hombre de serenatas comunes y corrientes y de vez en cuando aceptaba hacer parte de las mismas, después de que se le insistía, rogaba  y ponía precio a su participación, dependiendo del personaje al cual se le debía llevar la serenata. Luego una serenata o reunión en donde don Gregorio participara era   lo más  exclusivo del momento.

En una ocasión  mientras perfeccionaban una serenata en compañía de uno de sus pocos amigos,  Don Gregorio le  iba indicando las notas para la entrada o en algunos puntos del instrumental, pero el  alumno pasaba por alto la indicación, lo que lo ofendía  mucho, luego hacia una parada momentánea y súbita mientras le decía “es en Faa, en Faaa… en Faaaa, Hijo de puta le dije que era en Faaaaaaa”, y continuaba  con la ejecución, mientras el acompañante  se reía de manera nerviosa pero entendiendo la personalidad de Flauta y soportando con nobleza sus palabras ya que el hecho de  ser acompañante musical de él era orgullo  porque don Gregorio no hacia compañía musical sino con unos pocos privilegiados y los mejores en su rama.

Allí en su lugar de trabajo, vivía, cocinaba, tocaba, leía todas las revistas de China Informa y China Reconstruye, mismas que llegaban mensualmente desde la China a muchos en Miraflores, también leía sobre socialismo, ferviente seguidor de Mao, Marx, Lenin y Castro; y si en ese entonces  Hugo Chávez hubiera sido popular como lo es hoy, estoy seguro que igual hubiera sido uno de sus defensores, todas  las noches, en la mañana y en la tarde sintonizaba Radio Habana de Cuba y  durante el día se dedicaba a la reparación o a la fabricación de  zapatos  y  cuando sonaban las campanas  para los llamados a la misa  o el sacerdote ponía música religiosa por los altoparlantes, decía   con  su particular voz, “ese cura Hijo de P. ya está llamando a sus mozas para que lo visiten”, las mozas del sacerdote  que él refería eran las monjas; y acto seguido concluía “que cosa mas bárbara amigo la única herencia que nos dejaron los españoles fue la religión y las enfermedades venéreas”.

Su personalidad era muy particular, respetuoso con todos, soez, con los sacerdotes, con monjas, con el capitalismo, los yankees y con quien le ofendía, luego muchos usaban esta debilidad  de él frente a la iglesia y cuando llegaba un sacerdote nuevo le  comentaban sobre este ateo  y muchos de ellos llegaban a su zapatería  buscando la conversión;  luego el sacerdote llegaba y  le saludaba “buenos días don Gregorio”, y el respondía “buenos días caballero, en que le puedo servir”“don Gregorio yo soy el nuevo sacerdote del pueblo y quiero invitarlo a la casa del señor” . los cambios repentinos en el color  de su piel, los ojos desorbitados por la furia y sus soeces palabras hacían  en su conjunto que el sacerdote jamás  volviera por allí, “Mire  so hijo de la gran P. a mí no me venga a decir que hacer con mi vida, ¡Fuera de aquí!, ¡Fuera de aquí!  ¡Fuera de  aquí! Hijo de p..  Y el sacerdote debía salir,  mientras él se quedaba echando más pestes y haciendo su labor de zapatero  de manera  agitada.

En otra oportunidad una monja superior llego por referencia de algún desocupado a  mandar arreglar unos zapatos allí a  su negocio; como siempre  el señor  saludo  “Buenos días señorita en que le puedo servir”  “gracias don Gregorio  vengo a  ver si me puede arreglar estos  zapatos”. “Con mucho gusto señorita”. ¿Cuánto vale ese trabajo? Pregunto la monja, “son 120 pesos señorita” acoto don Gregorio, la monja replica  “¿me  deja este arreglo en 100?”,  y fue  lo suficiente para que  el hombre se enfureciera y le  dijera “mire señorita  aquí no venga a ponerle precio a mi trabajo, si no le alcanza  pídale al cura mas pero aquí  eso es lo que  cuesta mi  trabajo”. La monja quedo como la canción  de Shakira, sorda, ciega y muda al escuchar esto y salió  de allí   casi a punto de desmayarse.

Poco tiempo después de este incidente, con la monja; en su labor de zapatero tuvo un accidente de trabajo; mientras cortaba el cuero para sacar un par de suelas, se le zafó uno de sus afilados cuchillos y se cortó profundamente una pierna a la altura de la ingle; luego exclamaba  ¡Auxilioooo.. ayúdenmeee por favor!, ¡ayyy  Dios me voy a morir!, alguien que paso por allí lo llevo al hospital rápidamente,  y debió permanecer hospitalizado unos cuantos días, en esa época las  monjas hacían parte del equipo  de enfermería, porque  no había suficiente personal, luego las labores de enfermería eran atendidas por  las hermanas de  esta comunidad y por supuesto don Gregorio  debió ser atendido por ellas   las cuales realizaban las curaciones diarias de la herida que  se hizo con su afilado cuchillo de zapatero, herida  que  casi   lo deja sin genitales y que  las monjas debieron ver, limpiar y curar durante varios días.

Después de esto  su actitud hacia las monjas cambio un poco  esa fue como su primera muestra de fe  en el SEÑOR.
Una vez  reunidos allí unos pocos, alguien le pregunto por sus hijos, eso lo llenaba de nostalgia y se le aguaban los ojos por que él debió  abandonarlos  cuando estaban estudiando aun, pero sacaba fortaleza  y justificaba su acción  contando  algo sobre ellos de manera por demás muy natural. 

Una de las cosas que recuerdo es esta. “Yo no sé  de ellos; alguna vez vino por acá uno que dicen es piloto de Avianca,  yo eso no lo sé; vino  a  saludarme y a llevarme pero yo no sirvo para irme detrás de ningún Hijo de P., además  no lo acepto, por que cuando estudiaba en el colegio de  Boyacá en Tunja me llamo uno de sus profesores para decirme que mi hijo estaba encerrado en el baño con otro  hijo de p.  Yo llegue y le pregunte pero me negó todo, como le parece mi amigo el hijo de p. me salió marica,  marica me salió el hijo de puta y desde ese entonces se dejo de llamar hijo mío.

Algo que le ofendía mucho era que  fuera llamado por su moquete flauta; eso lo enfurecía y sacaba de casillas asi como lo sacaba la religión y el capitalismo, una vez pasó por el frente un amigo de él de gran confianza, de profesión abogado, persona respetada  y de gran prestigio  pero como todos los Mirafloreños tomadores de pelo y con el humor a flor de piel; era un día domingo en horas de la tarde y este  abogado paso caminando por el frente de su negocio ya un poco entonado  y le dijo “¡ADIOS FLAUTA!” de manera inmediata se paro en la puerta y con su característica  vos chillona le dice  “FLAUTA YOOO?  ¡Flauta será su madre! ¡hijo de puta cara de sapo!” algunos que estaban sentados en telecom escucharon  la réplica y se atacaron de la risa mientras don Gregorio  disparaba un montón  de  palabras soeces  por minuto.
Miraflores  Boyaca Panorámica. Fot, albun virtual de Miraflores.
Me han contado que él  en su ancianidad debió recurrir al ancianato de Garagoa en donde falleció después de unos pocos años de estar allí, solo sin amigos y sin familia, pero que antes de morir su  ateísmo desapareció radicalmente y su fe en el SEÑOR y en el catolicismo, apareció en él como por arte de magia.
En la liturgia que en el ancianato se hacía Don Gregorio era el primero en hacer la fila para recibir el cuerpo de Cristo representado en la comunión  y  su fe católica  fue muy grande mientras hacia la fila para llegar a donde San Pedro.

Don Gregorio ese personaje que como muchos más   hace parte de las  historias locales y que son un patrimonio de valor para todos los Mirafloreños;  fue una persona con familia numerosa en Miraflores pero que por su pensamiento, forma de actuar, comportamiento solitario y  su carácter fuerte debió vivir y morir siempre solo;  su  única compañía fue la Dios aquel que tanto odio en la mayor parte de su vida. Por lo que nunca le hizo honor a su nombre de GREGORIO que significa estar siempre preparado.
Interior de la parroquia Fot .Julian A Calderón.