Anécdotas, Cuentos, Historias

martes, 27 de diciembre de 2016

Avarizzia

Avarizzia una conexión directa entre Roma y Miraflores.



Avarizzia, un libro del periodista italiano Emiliano Fittipaldi que narra  con lujo de detalles lo ocurrido dentro del  vaticano mediante documentos super secretos que fueron filtrados por un sacerdote; entre ellos  en alguno de sus apartes dice estas palabras:
 “Tienes que escribir un libro, tienes que escribirlo para Francisco. Él tiene que saberlo. Tiene que saber que la Fundación del Niño Jesús, nacida para recoger ofrendas para niños enfermos, pagó parte del trabajo realizado en el nuevo domicilio del cardenal Tarcisio Bertone.  Debe saber que Vaticano posee casas en Roma por valor de 4000 millones de euros […]. Francisco debe saber que las fundaciones en nombre De Ratzinger y Wojtyla han ganado tanto dinero que ahora conservan en el banco 15 millones de euros. El Papa debe saber que las ofrendas que los fieles le dan todos los años a través del Óbolo de San Pedro no son gastos para los más pobres, sino que se amontonan en cuentas e inversiones por el valor de 400 millones de euros […].”
Pues bien eso era lo que ocurría allí en ROMA mientras en nuestro  pueblo ocurría algo distinto otra forma de avaricia pero al fin y al cabo avaricia definida  como  el afán o deseo desordenado y excesivo de poseer riquezas para atesorarlas. Desde un punto de vista religioso se trata de un pecado y de un vicio ya que trasciende lo lícito y lo moralmente aceptable; la avaricia, se vincula a otros pecados o a ciertos delitos, como la traición, la estafa y el soborno.
El avaro sólo pretende sumar más y más riquezas y no conoce ningún límite legal o ético para cumplir con su objetivo. Si es necesario perjudicar a otra persona o pasar por encima de la ley, no tiene problema en hacerlo.
Y es así que esta escasa diferencia entre lo real e irreal de la  historia mirafloreña que hoy comparto, se inicia de lo contado por  algunos amigos y de la avaricia  que  los humanos  y mortales alguna vez en la vida tenemos…

A las cinco de la mañana de un día jueves  del mes de Marzo del 2014, fueron citados a la casa de Juan Manuel ubicada en  el barrio chapinero, un barrio de la capital  de la república Bogotá, cinco grupos de trabajo,  los cuales recibirían instrucciones concretas, para realizar una a ardua y rápida misión en varios municipios de Boyacá, entre ellos Miraflores.
La reunión seria desde  la hora señalada, en la casa de Juan Manuel un hombre que  había sido vendedor  de víveres, rancho y licores por los pueblos de Boyacá, y quien  conocía perfectamente la peculiaridad de los lugareños en los  municipios seleccionados, y muy en especial  el de los mirafloreños.
El desplazamiento a los municipios  de Ramiriquí, Zetaquira, Miraflores y Páez,  y Garagoa, sería el día viernes a las 8 de la mañana, de manera tal  que se estuviera arribando   a eso del medio día , para   hacer las reservas hoteleras, hacer los diferentes contactos para  desarrollar el plan propuesto y dar a conocer a la comunidad de cada lugar el  proyecto que se realizaría en tiempo record para  invertir unos cuantiosos recursos que se habían logrado obtener  a través de un proyecto que había sido radicado en el Fondo Nacional  de Regalías, mismo que salió adelante con la ayuda de un senador de la República y que fue asignado a la firma contratista propiedad de Juan Manuel.
A eso de las dos de la tarde  del  viernes  en Miraflores,  Juan Manuel, propietario de la firma contratista,  se hizo presente en la alcaldía municipal, directamente en la secretaria de planeación, con el fin de buscar referencia de  un  buen ingeniero civil y un  buen arquitecto, para que fueran los residentes del gran proyecto que se adelantaría,  en la ciudad de los Ocobos “La construcción de 675 casas de interés social, para las familias de más bajos recursos  y madres cabeza de familia de Miraflores Boyacá”.
El   secretario de planeación  estupefacto  por tan gigantesco proyecto, nunca antes visto en  el departamento, ni en la región y menos en el municipio,  de manera inmediata, se puso  en contacto telefónico con el alcalde de ese entonces, quien de acuerdo, con la información había salido de comisión el día anterior a la ciudad de Bogotá,  a realizar gestiones de gobierno y a cumplir con reuniones importantes en el ámbito político; el alcalde al escuchar  a su secretario lo de la inesperada visita,  pasa de inmediato al teléfono y no solo agradece al contratista, su presencia,  sino que además le solicita una reunión con carácter urgente para el día Martes a primera hora, por no encontrarse ese día  viernes en el pueblo;  dicha reunión seria para tratar asuntos relacionados con el desarrollo del proyecto, especialmente lo de las licencias, permisos e  impuestos, así como  lo  el tema laboral, lo de participación  de contratistas locales entro muchos otros incluyendo el  del “CVY”, (Como Voy Yo).
Dicha reunión de acuerdo con las palabras del contratista, manifestadas a la primera autoridad,  solo podía  realizarse ese mismo día viernes, o máximo el día sábado, a primera hora, debido a que el dueño del proyecto   estaría solo  hasta el  día lunes siguiente y este debía  viajar    antes de las 2 de la tarde, para  no llegar a la capital en horas de máxima congestión vehicular, ya que  por ser ese lunes  un día  feriado,  o festivo, o de puente como le decimos  en Colombia a los días que el gobierno decretara no laborables cuando se celebra una fiesta patria  o religiosa  dentro del calendario normal de actividades, no podía esperar mucho tiempo debido a la congestión que se presenta en esos días al salir de  la capital  muchos viajeros mismos que regresan  el día lunes  y la  congestión  es muy grande por el arribo nuevamente a la capital  de todos los viajeros.
El alcalde quien se encontraba según las palabras del propio mandatario, “gestionando” como lo hacen muchos mandatarios, desde que descubrieron que  de esa manera se logran   algunos viáticos y otras prebendas, así se encuentren en su casa, de manera inmediata emprende el viaje y llega  en una hora de ese mismo día viernes a la reunión urgente programada con el contratista. En esta reunión se acordó la  referencia de los dos residentes un ingeniero civil y un arquitecto, así como el acuerdo  de pagos por adelantar de manera rápida y veloz, en la secretaría de planeación los respectivos permisos y licencias, también se acordó el  pago  de todos los impuestos para el desarrollo  y ejecución de tan grande proyecto,  y  las  comisiones (CVY). Los acuerdos  concluyeron que los pagos por permisos y licencias  de planeación, se debían cancelar todos  sin  descuento alguno y  los impuestos municipales con un descuento especial del  25% por pago anticipado mas  la suma de 350 millones de pesos  para el Burgomaestre,   de los cuales se tenían que repartir a los concejales la suma 50 millones de pesos para los cinco  que votarían el proyecto de acuerdo  para el desarrollo del proyecto y el descuento especial de impuestos. Dicha suma  fue cancelada bajo el más profundo  sigilo, con el  cheque  No 2345, de la cuenta  corriente No 00987-654-13-00 de un reconocido banco nacional, sucursal chicó;  un barrio prestante y elegante  de  la ciudad  de Bogotá;  el cheque  fue girado a nombre  de un tercero por orden del burgomaestre; mismo  que sería cobrado  el día martes a primera hora en las oficinas del banco, directamente en la capital de la republica Bogotá.
Como todo en este pueblo, y en muchos otros de nuestra querida región y departamento, el mismo día viernes, en la tarde, la noticia  se rego como pólvora, dando la vuelta al pueblo muy rápidamente, una y  otra vez,   ya que el desarrollo de este gran proyecto daría mucho empleo  y generaría múltiples recursos para los todos quienes pudieran ingresar al desarrollo del mismo;   especialmente para  los  ingenieros, arquitectos, abogados, obreros, carpinteros, soldadores, ornamentadores,  propietarios  de volquetas, de camiones y de maquinaria pesada, asi como propietarios de de ferreterías, de hoteles, de restaurantes, de gasolineras, de  almacenes de víveres, etc. etc., quienes atraídos por  los desarrolladores,  y ávidos de obtener recursos de manera  fácil  y rápida, llegaron por  cúmulo  a las  oficinas del proyecto. Todos los presentes mientras hacían la fila, se empujaban para ser los primeros de la fila,  se hacían ofensas, se decían  grandes insultos, agravios, ultrajes, ofensas y hasta puñetazos, situación que  se agravo hasta cuando hizo presencia la policía,  quienes  lograron después de un tiempo acomodarlos y apaciguarlos mientras ordenaban una fila doble al frente  de  un local comercial que horas antes había sido alquilado para las oficinas centrales del proyecto; allí se tenían que entregar las hojas de vida ( currículos)  y las  propuestas económicas para el suministro de bienes y servicios.
Luego de haberse  cumplido la reunión con el alcalde,  y haber obtenido el visto bueno para el fin propuesto,   el siguiente paso era el de adquirir mediante compra  inmediata, un  lote de terreno muy cerca del pueblo, que tuviera posibilidades,  viales, y posibilidades de   servicios públicos,  mismo que fue ofertado  por un propietario que tenía  dicho terreno cerca al pueblo y que su valor comercial no superaba en ese entonces los 5 millones de pesos pues aunque estaba bien ubicado y cumplía con lo solicitado,  la inestabilidad geológica  de esa zona, no lo hacía apto para el desarrollo de dicho plan de construcción,   sin embargo como  ocurre en nuestra bella tierra,  en múltiples ocasiones,  y en múltiples negocios, el vivo es vivo,   y hay que tumbar al otro o desplumar a quien se deje desplumar, pasando por encima de lo que sea, y fue con esa filosofía que se oferta el terreno  por un valor de  350 millones de pesos,  propuesta que fue pactada por el comprador  y el vendedor  por  un valor de 300 millones de pesos; suma  que se cancelo con un  cheque  por el valor convenido mismo cheque que sería cobrado el día martes a primera hora en la capital de la republica.  El pago fue realizado  por solicitud del  vendedor bajo el más profundo secreto, pues el hecho  de recibir esa gran suma de dinero, lo ponía a él y  a su familia en un gran riesgo de secuestro, o de  ser asaltados allí en su almacén del ocobo, en donde  atendía diariamente.   O de que todo el pueblo y la familia, al enterarse,  le solicitara plata prestada,  pues ese negocio  fue como ganarse el premio gordo de la lotería, por lo que  debía evitar a  toda costa,  que sus coterráneos  y su familia extensa  tuvieran conocimiento del valor  de dicho terreno.
Ese día sábado, las oficinas del proyecto,  abrieron a temprana hora y trabajaron los del proyecto  todo el día, cerrando  las oficinas   a las dos y treinta y cinco de la  mañana  del día domingo;  mientras la secretaria, y los demás asesores del proyecto recibían documentos, el director sostenía una y otra reunión   sin descanso,  y ordenaba  a su secretaria  hacer pedidos en las diferentes cafeterías, tiendas y restaurantes del pueblo  de  tinto (café), viandas,  refrescos,  y alimentos en cantidad suficiente para que quienes estaban  haciendo la fila  no desfallecieran.
Ese mismo día sábado, seleccionó, un  maestro  de obra,   y se le  dieron instrucciones concretas del trabajo a desarrollar;  se  le doto de un  overol de color rojo intenso  como el que tenia la alcaldía hace poco y  un gran  casco protector  de color verde; los colores seleccionados eran celestiales, algo así como si desde ese entonces  se hubiera pronosticado o vaticinado  que años más luego  esos mismos colores serian los ganadores  de la gobernación de Boyacá,  cuando se pacto la alianza entre el partido liberal colombiano identificado con color rojo y el partido verde y identificado con ese  ecológico color;  así  el  seleccionado con uniforme nuevo, muy elegante tomo posesión del cargo  y teniendo la autonomía,  para  buscar y seleccionar a los miembros  su equipo de trabajo, ordenó pagar por adelantado los servicios de la primer quincena de trabajo, bajo la condición de que cada obrero incorporado le diera una comisión por incluirlo  y de esa manera  iniciar  el trabajo de inmediato; es decir el día domingo  muy a las 5 de  la mañana, pues los  contratistas  de la maquinaria y los proveedores de materiales y herramienta estarían esperándolos para dar inicio al trabajo.
El maestro de obra  seleccionado, debidamente  uniformado  y  empoderado, quien desde hacía varios años no tenía trabajo, por su difícil carácter, e irresponsabilidad,  de manera inmediata y con  el orgullo  y carácter de un buen mirafloreño, seleccionó a los demás trabajadores;  20 en total , y  de manera despectiva y  prepotente por ser el “JEJE” (Jefe), como decimos en buen colombiano se saco el clavo ( desquitar,  vengarse);  y desde lo alto de un andén con su parado pedante, despectivo y desafiante, ordenaba y gritaba a los colegas, mientras   con desaires y palabras soeces, humillo a quienes lo habían  humillado  no dándoles  trabajo y recomendándolos mal frente al gerente del proyecto, situación que fue apoyada por el gerente, sin reparo  lo  que le dio más empoderamiento al “JEJE”.
En las filas que se hacían en la dependencia, el murmullo  y el chisme, entre los aspirantes a empleos y  contratos, era  que el  gerente si era una gran persona  y que ahora si había llegado la hora de  desquitarse  de tanto desempleo,  y  lograr hacer un dinerito extra fácil y muy rápido  porque  hacer negocios  con esta empresa, era lo mejor que por varios años no había ocurrido, es decir  desde la llegada de las compañías petroleras al  pueblo, sumado a que esta empresa todo lo estaba pagando por anticipado y sin pedir descuento  alguno. 
Entre tanto,  los dueños de la maquinaria, los de las volquetas, los de los camiones, los de las  ferreterías,   los de los restaurantes,  los de los hoteles y demás proponentes, corrían rápidamente al  negocio de Daniel Hugo ,  para  arreglar  y mejorar las propuestas  las cuales corregían  y acomodaban  precios para la prestación de  bienes y servicios  hasta diez veces  más  del  valor  de una oferta normal, luego el negocio era algo asi como si  hubiera caído del cielo mana y había que recogerlo  rápido y por montones;   la gran mayoría  de propuestas para la prestación de bienes y servicios ofrecidos por  los hábiles proponentes,  fueron aceptadas, sin reparo alguno  y  se pagaron  por adelantado pues ningún oferente aceptaba dar crédito, ya que era una oportunidad  única y como dice el dicho o todos en el suelo o todos en la cama, y si se le pagó a  los primeros  por anticipado por qué no a los demás.
De esa manera, se cerraron varios  negocios  con diferentes proveedores previamente seleccionados como el de  movimiento de tierras  con maquinaria pesada incluyendo buldóceres,  compactadores y retroexcavadoras,  volquetas, para el transporte de  tierra, arena, piedra y gravilla,  camiones, para el transporte materiales  y maquinaria que venía de otros lugares de  Colombia, transporte para el personal tanto de operarios como el de ejecutivos,  ferreteros para el suministro  de  hierro, cemento, cables eléctrico, guayas aceradas, tubería, carretillas, mezcladoras, taladros, herramienta varia, incluida palas, picas, barras, palustres, cable eléctrico, pinturas, tubería para conducción de aguas, alcantarillas, drenajes, tanques de almacenamiento de  agua y combustible, pues el tiempo apremiaba y la cantidad de maquinaria y equipo que debía trabajar en tiempo record, podía  hacer que se presentara una gran escases de materiales  y combustible y la obra no podía parar por no haber tenido en cuenta dichos imprevistos, porque lo que todo debía estar debidamente planificado para no tener contratiempos.
Se cerro el contrato de cerramiento  del  lote, el cual consistía en  una base de piedra y cemento   enterrada  a 60 centímetros de la superficie    con sus respectivos filtros y sobre esta base  un muro en concreto  de 50 centímetros de altura el cual  sostendría y una malla eslabonada  con tubería galvanizada cada dos metros   y sobre la misma malla iría un  serpentín de acero inoxidable con púas, para   resguardar la seguridad del lugar,  y  unas plantas de veraneras o buganvillas, las cuales adornarían  el entorno, todo de acuerdo a los planos previstos. La entrada estaría  compuesta por dos grandes muros que se harían en piedra o laja debidamente acomodada y fuerte de manera que debían sostener  un portón de dos hojas  hecho en hierro forjado de  aproximadamente  6 metros de ancho,  esto debido a que en el lugar del proyecto  se haría un campamento para trabajadores  y por allí debían poder entrar camiones, volquetas y maquinaria sin dificultad alguna; para tal fin se firmo un contrato  con un particular,  sin tener en cuenta  una reconocida empresa de suministro de  piedra y  un  ornamentador  que hiciera  el gran portón que sería no solo la puerta de entrada sino también la presentación del proyecto, el  proveedor de piedra,  cotizo como lo hicieron los demás incluido el  transporte, es decir puesto en el lugar de trabajo,  cada metro cubico de material  a $1.200.000 pesos,  y el ornamentador,  cotizo el portón por valor de 25 millones de pesos, más impuestos, sumas que  fueron aceptadas y canceladas por anticipado como todas las demás. El  dueño de la cantera al saber que el contratista había cotizado los precios tan altos decidió no  suministrar dicho material  al intermediario, lo que lo obligo a desistir del mismo, pues al haber  una clausula de incumplimiento muy grande y al no tener capacidad de  pago para  responder por el incumplimiento, no tuvo otra salida que  dejar de lado el contrato y regresar el cheque que había sido recibo por  el pago adelantado; y fue asi como furtivamente el dueño de la cantera, en horas de la noche,  envió a un emisario con el fin de contactar directamente al propietario de la empresa;  la propuesta consistía en darle al gerente del proyecto  la suma de 250.000 pesos por cada metro cubico  y que le dejara el suministro;  y en efecto asi ocurrió se cerró el negocio y el pago por adelantado de los primeros 230 metros cúbicos de material mixto, gravilla fina, arena y piedra . Dejando al  otro de lado y  sin la utilidades previstas.
Los abogados quienes también hicieron parte del proyecto,  hicieron los diferentes contratos  con  trabajadores, proveedores, y demás,  dándose el usual  toque de importancia y conocimiento, esos  tres días, sábado, domingo y lunes festivo,  lucieron los más finos atuendos propiedad de algunos de sus ancestros, mismos que tenían en sus baúles muy guardados y conservados con naftalina, unos vestidos de color negro o gris oscuro, hechos  a la medida  del muerto y fabricados en paño  ingles tipo grano de pólvora y espina de pescado, que lucieron muy elegantemente; también  cambiaron los lentes  gruesos  en marco de carey  por unos más livianos y modernos los  cuales reposaban sobre la punta de la nariz dejando al descubierto los ojos que enrojecidos por el trabajo denotaban el cansancio por tan largas jornadas de trabajo,  estos livianos lentes, solo se los quitaban  para llevárselos a la boca, mientras que con señal de sapiencia, trataban de pensar e impresionar a los que esperaban el borrador del contrato ordenado; y  entre sobro y sorbo de tinto y el humo del cigarrillo  se dictaba el siguiente párrafo   que se corregía una y otra vez   tratando de dejar la mejor impresión, y aunque no tenían experiencia  en los temas de contratación, trataban de demostrar la sapiencia en el tema,  ya que de este  bien elaborado trabajo también dependían las  675 escrituras que se harían el momento de entregar las viviendas,  asi paso a paso y con la presión de  los contratistas y proveedores, dictaban a sus secretarias que eran sus propias consortes, los pormenores de  tales propuestas y de cuando en vez  realizaban una llamada a dueño del proyecto para emitir una opinión simple y sencilla  y con ello justificar  sus honorarios que como los demás eran onerosos, mientras por debajo de la mesa aconsejaban a los proveedores, contratistas   y trabajadores a cobrar más de la cuenta  y a no ser pendejos y aprovechar el momento, eso sí debiendo cancelar algo de dinero por tan prolijo  consejo; lo que ocurría sin reparo pues cada consejo  recibido era un monto más que engrosaría el bolsillo del proveedor o del futuro trabajador quien  buscaba el empleo pensando  de acuerdo con los consejos de los abogados como demandar rápidamente al patrono y asi obtener rápidamente un dinero extra.
El mismo día los proponentes seleccionados,   celebraron  en diferentes lugares, con   comidas y bebidas, que  compraban  por  cumulo,  al precio que las tenderas les dijeran, pues ellas ya se habían enterado y no podían quedarse  sin disfrutar parte del  gran pastel que  se estaba repartiendo, mientras  los clientes bebían  y comían por cantidades, muy orgullosos de tan excelente negocio y de lo hábiles que eran en los mismos,  inhalaban aire, profundamente, sacaban pecho  y se soplaban como sapos,  mientras hablaban de  proyectos futuros   y se mofaban de quienes no habían sido seleccionados para prestar los  servicios. Asi amanecieron y con un guayabo infernal hicieron presencia el  día siguiente como estaba pactado a las  cinco de la mañana con todos sus equipos, maquinaria y suministros; otros más modestos  se fueron a sus casas y lugares de trabajo a hacer los diferentes trabajos, como le ocurrió al  ornamentador quien  arranco el trabajo cortando laminas de hierro, tubos y  demás para tener listo el portón  lo más pronto posible pues de su trabajo  y cumplimiento dependía que le dejaran la ornamentación total de lo que restaba del proyecto pues este trabajo solo era un pequeño abrebocas.
El día domingo muy a las cinco de la mañana, inició la actividad la maquinaria pesada entro al terreno, los proveedores hacían fila para entregar los pedidos, los obreros esperaban órdenes de pasar a tomarse los exámenes de ingreso que habían sido contratados a un laboratorio particular y aunque no estaba acreditado, los realizaba  sin reparo alguno,  los propietarios de camiones y volquetas esperaban que dieran  la orden de cargue,  el propietario de la cantera, llego y sin saludar a nadie entro a conversar con el residente de la obra, los  restaurantes preparaban los desayunos,   los dueños de las ferreterías hacían pedidos a sus proveedores, los propietarios de las gasolineras pedían mas combustible, los dueños de la maquinaria  lo  almacenaban en grandes tanques, los abogados terminaban los últimos contratos, los ingenieros  trataban de resolver  lo mas primordial y de ordenar en  un lugar los  suministros que  llegaban de acuerdo con los pedidos. Mientras esto ocurría, a  las 10 y 20 minutos, después de una reunión con el alcalde, llego el  propietario del proyecto   e hizo un llamado personal  y muy  privado a cada uno de los seleccionados de suministrar los bienes y servicios, para que se reunieran  en  las oficinas del proyecto  con carácter urgente, dándoles a cada  proveedor una hora señalada la  cual debía ser cumplida de manera muy estricta bajo  la presión de cancelar el contrato otorgado, y el primero en asistir a la reunión,  fue señor alcalde,   y en su orden el vendedor del terreno, el propietario de la maquinaria pesada,  el propietario de la cantera, del dueño de las volquetas,  el dueño de los camiones, los dueños de las ferreterías,  el ornamentador,  el carpintero,  y demás proveedores clasificados previamente de mayor a menor y por capacidad económica.
Una vez se entraba a la reunión,  que no pasaba de los 5 minutos con cada cliente,  el  dueño del proyecto les invitaba muy amablemente a seguir y les brindaba  bebidas mientras les decía de manera muy extra confidencial que debía cancelar   algunos dineros en efectivo y que desafortunadamente, el no manejaba dichos recursos en ese momento y como ya habían recibido por adelantado el pago, les pedía amablemente que le prestaran  una cantidad de dinero en efectivo,, mientras el día martes, llegaban los recursos a un banco  local;  ante esta propuesta y después  de que algunos se comunicaron con la línea  1 800, de servicio al cliente del banco   para pedir referencia de la cuenta, y al tener la más amplia referencia dada por la  persona al otro lado de la línea,  certificando no solo la pertenencia de la cuenta al banco, sino la seriedad de la firma constructora,  quedaron plenamente satisfechos y de manera muy rápida hicieron el comentario a los demás  dándoles toda la confianza.
El evento transcurrió entre las once de la mañana y las 9 de la noche  del día domingo, entonces el alcalde saco prestado  sobre el negocio la suma de 20 millones de pesos,  dinero que prestó uno de los concejales del entonces que manejaba recursos propios por aquello de sus negocios,  y que tenia por supuesto el interés de votar a favor lo relacionado con los impuestos  ya que él  también decía ser un  empresario próspero y apoyar este tipo de desarrollo, lo pondría a la cabeza de un plan futuro  para ser candidato a la alcaldía local, el dueño del terreno entrego  la suma de 120 millones, dinero que no tenia disponible en su momento en el pueblo pero si lo tenía en su casa en Bogotá, por lo que debió llamar urgentemente a su hijo para que de manera inmediata viajara  hasta Miraflores, con el dinero  para el contratista, el dueño de la maquinaria  aportó la suma de 15 millones de pesos, dinero que sacó prestado a varios amigos y conocidos a interés del 10 % mensual, situación que no importaba por que el negocio era tan grande  que daba para todos,  el dueño de la cantera,    entrego la suma de 45 millones de pesos, el de las volquetas 6 millones, el de los camiones 5 millones,  los tres abogados del pueblo,  entregaron  la suma de 3 millones de pesos cada uno, el ornamentador dos millones de pesos,   y asi uno tras otro hizo   el respectivo préstamo al contratista, bajo el más profundo sigilo y secreto nunca antes visto en este pueblo; tal vez ha sido el  único momento en la historia del pueblo que se logra guardar aunque sea por un corto momento un secreto. Todos los prestamistas quedaron muy  satisfechos de haber logrado la confianza con el dueño del proyecto por que en adelante  y hasta la terminación del mismo cada uno sería el más cercano y de confianza para los futuros negocios. 
Los dineros fueron recibidos en efectivo uno a uno, en  las oficinas del proyecto,   los contratistas se encontraban en  la entrada y cada uno respondía ante la pregunta del otro, que estaba allí para corregir unos precios que habían quedado mal por culpa de  los abogados o de la secretaria, otros manifestaban que querían  buscarle empleo  a uno de sus familiares, o que querían invitar al  dueño o gerente del  consorcio a una comida o a unos tragos, todos guardaron el secreto  en lo más profundo  de su  alma;  porque revelarlo  pondría en serios riesgos la continuidad del contrato y la confianza que  el hombre les había depositado, misma que de ser bien manejada perduraría por varios meses  y no se podía perder bajo ninguna circunstancia el  dinero que habían esperado como  si fuera el mana.
Ese día domingo  después de las  9 de la noche y una vez recibido  el ultimo préstamo del día,  y al solo quedar pendiente unos tres o  cuatro que estrían haciendo presencia  con el dinero el día lunes antes de las 9 de la  mañana, se reunió el dueño del proyecto con el hijo del vendedor del terreno y lo invito a unos tragos en el café los parasoles, allí reunidos los dos,  el  dueño del proyecto le manifestó  al muchacho que  el se había enterado de que  había sido un serio aspirante a la alcaldía local,  y que las elecciones las había perdido por falta de dinero, pero que ante tal circunstancia no debía preocuparse más, pues él  entregaría una chequera con 400 millones de pesos para la siguiente campaña y  el valor de 250 millones de  pesos en materiales como teja cemento, mercados y otros, lo suficiente para hacerlo alcalde y tal como lo suelen hacer desde hace años algunos aspirantes al primer cargo municipal;  indiscutiblemente seria el alcalde municipal  y con él allí de máxima  confianza  desarrollarían otros proyectos  importantes;  ante tal ofrecimiento  se sello el pacto con  otras tres botellas de Whisky 18 años.
El día lunes, desde las  5 de la mañana, continuaba el trabajo en el terreno,   y al igual que el día anterior   todo el mundo esperando ordenes para  dar inicio al trabajo del día,  los coordinadores,   el “JEJE”,  el dueño de la maquinaria pesada,  y otros mas,  ya tenían órdenes expresas del trabajo a realizar y  arrancaron el día  como cosa rara muy cumplidos a la hora exacta. A las 9 de la mañana, en  las oficinas del proyecto apareció el  último de los contratistas con el dinero  en efectivo para prestárselo al   dueño del proyecto y  de allí salieron rumbo al   los parasoles a tomarse una fría cerveza  que fue cobrada tres veces más que el valor normal; allí  se quedo  tomando cerveza con otros amigos  el contratista del portón, celebrando los negocios brindando  y libando sin medida  hasta altas horas de la noche, mientras el dueño del proyecto salía con rumbo a la oficina.
En la obra solo se recibía a los proveedores que faltaban por  entregar los pedidos de  múltiples materiales, los cuales eran descargados  con  cuidado por tres obreros,   y estos debían acomodarlos con el mayor cuidado sobre estibas de madera que habían sido fabricadas por dos carpinteros locales  dichas estibas estaban en las dos bodegas  de  16 metros cuadrados cada una que fueron  hechas `por 6 obreros, entre el  viernes en la noche una vez se cerró el negocio del terreno y  el día sábado en horas de  la mañana, estas bodegas, fueron  hechas en teja de zinc y postes de  madera  debidamente impermeabilizados para que resistieran el paso del tiempo.
En la oficina del proyecto,  se hicieron múltiples llamadas personales de agradecimiento a cada uno de los proveedores, y la invitación a continuar trabajando en procura de un  municipio mejor, asi mismo se hicieron sendos memorandos a todos los trabajadores que ese día lunes solo se trabajaría hasta las 12 M, pues la jornada del fin de semana había sido  muy extenuante y debían ahorrarse fuerzas para arrancar nuevamente el día martes a primera hora: en tonces  cerraron labores  al medio día y todo el mundo feliz para su casa y para las cantinas de la entrada del pueblo y de la avenida Romero Hernández a libar y brindar hasta altas horas de la noche.  Algunos obreros que tenían los cheques y  no tenían como hacer uso de su dinero recibido por anticipado, buscaron a prestamistas locales, quienes también deseosos de dinero los cambiaban  cobrando el 10 %  mas comisiones por cada  cheque, que se negociaría  con el banco local  el día martes a primera hora
El día Martes a las cinco de la mañana nuevamente inicia la jornada con la llegada de trabajadores, volqueteros y contratistas al lugar de trabajo y no se permite la entrada por parte del celador de turno, pues  tenía órdenes expresas del gerente del proyecto de  no permitir la entrada, hasta que  se  solucionara un pequeño inconveniente que se había presentado con la alcaldía  local, por lo tanto debían esperar que llegara el gerente y eso ocurriría  como a eso de las 10 de la mañana, todos los obreros  dieron gracias de entrar más tarde pues el guayabo los tenia de su cuenta y  ese tiempo aunque corto, era suficiente para calmar la sed con agua y gaseosa fría, que  llevo un vendedor ambulante a la entrada de la obra, los conductores y ayudantes limpiaban  los vehículos, otros aprovecharon para  dormir un poco mas y otros conversaban  entre sí que tal vez le alcalde había parado la obra por que no le habían dado lo suficiente, entre tinto gaseosa,  aguas, sueño y comentarios aclaro el día y llego el desayuno que un restaurante local proveía;  ese día la dueña del restaurante   llevo como desayuno, tamales bien grandes  y con buena carne de cerdo y pollo, huevos, chocolate, queso,  y jugo de chamba   que se  repitieron hasta tres veces para calmar la sed. Igual la señora cobraría un bono adicional por este desayuno especial que  preparo para ese  día martes.
Los dueños de los cheques que  podían ir a Bogotá a  cobrar viajaron en el bus de las tres de la mañana que va directo a Bogotá, otros pagaron expreso y otros arrancaron a las 5 de la mañana para llegar a temprana hora a hacer la fila en  el banco, quienes no pudieron viajar se acercaron al banco local a negociar el titulo valor  con la entidad financiera, misma que aprovecho la bonanza   y cobrando la comisión máxima permitida,  hizo las transacciones, pagándole a algunos clientes de más confianza un valor parcial, mientras que a otros les   hacia esperar los dos días mientras salía el canje.
Entre tanto los trabajadores y demás presentes en la obra seguían esperando la noticia para continuar el trabajo, noticia que  jamás llego, por que el  dueño del proyecto el día lunes después de medio día, dio la orden de cargar todos los suministros en  tres camiones que venían de Bogotá,  y se marcho  a las  dos de la tarde del mismo lunes festivo con rumbo desconocido, se perdió  en el mundo como el humo,  dejando  a los avaros contratistas y proveedores sin parte de su dinero y a otros muy  endeudados con amigos, familiares y prestamistas.
Los que cayeron en esta sorprendente trampa, no comentaban   nada y salían de las entidades,  en el más profundo mutismo, pues era difícil pasar de vivos o abejas a tontos;  entre tanto,  la noticia de la estafa, se regó  nuevamente como pólvora por todo el pueblo y dio vueltas  y vueltas como la primera vez, haciendo que  todos se burlaran  y rieran a grito entero de ver lo hábiles y abejas que  habían salido  estos mirafloreños en los negocios, dando la casualidad de que los que cayeron fueron  los más tacaños,  avaros, agarrados, usureros y egoístas  que   existían en esa época en nuestra querida ciudad de los Ocobos.
Tiempo después se  supo  todo en detalle  de la   famosa estafa; se tuvo conocimiento pleno de quienes más cayeron y las cantidades de dinero que cada uno de los avaros entrego al farsante;  asi como la cantidad de suministros entregados, porque  ya pasada la vergüenza, uno a uno conto su historia  mientras se burlaba del otro que perdió mas, fue asi que el contratista del portón  manifestaba en una tienda  años después, ”la risa que a yo me da es que solo perdí  2 millones na  más y eso que no soy estudiao en  cambio los dotores  y  el alcalde que si son estudiaos perdieron mucho más que yo,  ladrón que roba ladrón mil años de perdón.   
También se supo que  algo similar paso en los otros municipios visitados por los asaltantes, excepto en Ramiriquí,  por que el alcalde de ese entonces tuvo la valentía de manifestar que ellos no querían casas de interés social pues allí no hay pobreza y si se permitía el proyecto llegaría a su pueblo  gran cantidad de personas de  otras regiones  causando no solo  inconvenientes sino  inseguridad, ante tal  oposición del alcalde,  se hizo uso del plan B por parte de los estafadores   y enviaron por las veredas a tres camionetas con los logos de  una empresa cervecera y a tres vendedoras quienes iban tienda a tienda promocionando  una oferta especial  y única de la temporada, “compre 20 canastas  de cerveza y pague solo 15”,  eso sí, el pedido debía ser hecho el mismo día de la visita y únicamente a estas vendedoras y ser cancelado en efectivo para que se pudiera programar la entrega el día martes a primera hora, ante tal oferta todas las tiendas   que fueron visitadas cayeron  en las garras de esta banda de delincuentes.  
Esta historia  fue contada en la esquina del chisme  hoy 25 de  diciembre del 2016,  a las tres de la tarde, mientras  disfrutábamos una  tarde  silenciosa y fresca tomándonos un  café local, allí en la esquina de los parasoles, hoy conocida también como la esquina de  la Próstata  mientras  casi la totalidad de los habitantes disfrutaban las frescas aguas naturales de las quebradas   y del río Lengupá,  haciendo el tradicional paseo de olla y pasando el guayabo,  por la celebración del  24 de diciembre.