Anécdotas, Cuentos, Historias

miércoles, 6 de junio de 2012

EL BIATO….


EL BIATO….

El termino “BIATO”; ha sido usado en Miraflores para denominar a un espanto; que según la leyenda salía en las noches  montado sobre su corcel negro, vestido con  atuendo todo de  color negro que incluía  sombrero plano  de ala recta, pantalón, botas hasta la rodilla con espuelas, camisa, guantes, capa,  y una espada.

Según la descripción su parecido era muy similar a lo que hoy es el personaje en la historia del  zorro

La denominación correcta parece que es BEATO nombre que en la iglesia católica se refiera a un difunto(a) con virtudes especiales, llámese hombre o mujer (beato /beata)

El termino proviene del latín Beatus que significa  bienaventurado; es decir se dice de una persona que ya goza del paraíso; pero también  se usa el termino  para denominar a una persona que es devota y religiosa exageradamente

Luego el nombre  de BEATO al parecer fue modificado por  BIATO modificándolo en  su expresión por terminología local, es decir haciendo el cambio de la letra E por la I y es por ello que  el nombre usado para este espanto en el Lengupá es BIATO.

La historia del Biato es muy vaga sin embargo, una característica especial es que este espanto no causaba daño a nadie solo que en algunas noches en el verano, se le aparecía a los caminantes nocturnos en las calles del pueblo y en algunos caminos asustándolos, quitándoles el sombrero y en ocasiones la ruana  o poncho que los caminantes llevaban sobre el hombro, el susto era tan grande, que aquellos que decían haberse encontrado con el BIATO quedaban privados del susto es decir dormidos completamente hasta el siguiente día.


Su corcel un caballo muy grande, de pelaje negro intenso y brillante, corría a toda velocidad por los caminos  y cuando corría por las calles y caminos empedrados, sus herraduras  al contacto hacían salir chispas de las piedras por donde pasaba a toda carrera.

Caminante y trabajador Mirafloreño. Miraflores Boy.
Se dice que el beato cuando se le aparecía a un caminante y le quitaba el sombrero  o la ruana, salía  en su corcel a mucha velocidad y gritando; y  si la persona no quedaba privada del susto; y le decía toda clase de groserías, insultos e improperios, el BIATO  mientras corría arrojaba el sombrero o ruana que había robado del transeúnte. Allí en ese lugar en donde el BIATO dejaba caer el sombrero al piso se encontraba  siempre un tesoro  o una guaca que era generalmente ORO PURO Y SOLIDO.

Había dos sitios especiales en Miraflores que decía la gente  salía el BIATO con frecuencia; uno era  por el camino que conduce de la Mocasía hacia el Andrino en un lugar denominado el BOQUERÓN en donde todo el camino es en laja (ROCA), por el lado donde vivió  un  señor llamado Marcos Quintana quien  se desempeñaba como curandero reconocido en la región;  y el otro por el lado de la vereda de Miraflores en un lugar denominado “EL HOYO DEL BURRO” allí en el hoyo del burro; no solo solía salir el BIATO sino otros espantos como  el burro sin cabeza que rebuznaba y sobre el que iba montado un hombre alto negro y sin cabeza vestido todo de negro.

El hoyo del Burro Miraflores.
Debido a esas historias; por ese camino daba miedo pasar después de las seis de la tarde; yo tuve la oportunidad de conocerlo ya que cuando era niño (1972 / 73) estudie en la escuela rural de Miraflores unos años y allí escuche estas fantásticas historias; en una ocasión cuando veníamos caminando de la escuela hacia el pueblo, con un primo, pasamos muy rápido por ese lugar misterioso, cuando llegamos  a la parte más alta paramos a descansar pues nuestro paso fue muy rápido y continuo debido a que ya estaba oscureciendo y el miedo nos asaltaba  por el conocimiento de las historias de miedo que se contaban de ese lugar.

Mientras descansábamos la curiosidad nos obligaba a ver hacia abajo; cuando de pronto vimos una persona muy alta que  levantando el brazo nos hacia señales llamándonos;  mi primo y yo en ese momento temblábamos del susto y  no podíamos gesticular, sin embargo logramos encender una linterna que llevábamos  en la mano  y enfocamos hacia abajo  alumbrando hacia el hoyo del burro y vemos que  esa imagen espantosa solo fue producto de nuestra imaginación, ya que  lo que había abajo, era un cultivo de plátano que cuando el viento soplaba  hacia levantar las hojas de las plantas y  cuando cesaba, la hojas descendían lentamente a su posición, luego por efecto de la coloración de las hojas,( haz y envés) mas  el efecto de la penumbra, el efecto  óptico y los cuentos llevados en nuestra cabeza, hacia dar la sensación de que alguien nos estuviera llamando; entonces estuvimos a punto  de rebuznar del miedo y por ser tan tontos al creer en historias de estas.

El cuento del BIATO en Miraflores, se parece a otras historias que   ya había relatado en  este mismo blog y que nuevamente voy a retomar ahora que estoy relatando sobre leyendas locales de Miraflores y Lengupá.

Noche  Oscura  y  luna
Por relato oral de un amigo que vivió durante varios años en el Ecuador; me contó que en un pueblo de  ese país, hace muchos años  durante las noches oscuras; veían pasar a un Jinete montado en un brioso corcel de color negro; el caballo y el Jinete pasaban  siempre a toda velocidad por las calles del pueblo, que eran empedradas;  y al chocar las herraduras del corcel con las piedras del piso, salían muchas chispas que aumentaban mas   por la velocidad del caballo y su jinete.(parecido o igual que lo del biato en Miraflores)

Todos los habitantes de aquel lugar  le tenían mucho miedo y temor ya que  este dúo  era misterioso, siempre salían a altas horas de la noche,  eran los dos  de color muy negro  y el jinete no  tenia cabeza, pero llevaba siempre sombrero, capa y espada; algún día los muchachos Jóvenes  superaron el miedo y desafiaron al enigmático Jinete y su corcel; luego decidieron   hacer  una trampa con un lazo extendido de casa a casa atravesando la calle y cuando pasó el Jinete sin cabeza Plassss... al piso…  Nadie tuvo la valentía de ayudar en ese momento; pues habían derribado a un  espanto.....

Al siguiente día, en horas tempranas encontraron sangre  y un trapo negro botado en ese lugar y decidieron correr rápidamente a donde el sacerdote de turno a confesarse; pero el sacerdote ese día  no dio misa, ni apareció, por lo que  las beatas del pueblo decidieron  ir a saber sobre la no presencia del sacerdote en la parroquia.

La sorpresa fue mayúscula cuando entraron a la casa cural y vieron al Sacerdote en su cama con  heridas golpes y raspones por todo lado; entonces descubrieron que el famoso Jinete sin cabeza; era el sacerdote del pueblo que cuando las hormonas le presionaban  se disfrazaba  de Jinete sin cabeza y salía  de la curia velozmente montado en  su Corcel especialmente  cuando  las noches eran oscuras; así de esa manera hacia un  viaje y  dos mandados uno trasmitía temor a los habitantes para que se creyera mas en DIOS y dos  podía  visitar relativamente fácil a una de sus amantes que vivía en las afueras del pueblo...... lo curioso es que las rutas de escape, salida y llegada,  eran varias, lo que hizo suponer que igualmente las amantes eras unas cuantas  y vivían en direcciones diferentes......
Torre de la iglesia SAN JOAQUÍN DE MIRAFLORES. Miraflores Boy.
Es posible que en Miraflores  el cuento del BIATO  haya  sido  similar como lo fue en ese pueblo del Ecuador.  De ser cierto que el templo SAN JOAQUÍN DE MIRAFLORES tiene tres túneles; la salida por ellos era  muy posible y relativamente fácil. Lo que permite  hacer una similitud  entre  la historia del Biato en Miraflores, y  la del Jinete sin cabeza en Ecuador, con la famosa historia moderna del Zorro  tres personajes en corcel negro, disfraz negro, sombrero, botas, capa y armados con una espada.

1 comentario:

María Ligia Ballesteros Barreto dijo...

Lo del cuento de las biatas si lo conocía, tal como lo cuentas, pero el de El Biato de Miraflores no y menos que fuera el cura del pueblo. De por Dios, qué ocurrencias las del Señor Párroco para aumentar los adeptos de Dios. Pero lo que no logramos saber los lectores de ésta bonita historia, es si El Biato le devolvía las ruanas, los ponchos y sombreros a sus feligreses; pues de lo contrario,debió quedarse con una inmensa colección de estos valiosos elementos.jejeje. Muy importante resaltar, que la leyenda de El Biato, menciona dos objetos de identidad Boyacense, como lo son la ruana y el sombrero; lo que coincide con la gestión que la Gobernación de Boyacá está haciendo, para que la runa que El Biato le quitaba a los caminantes nocturnos y que ha sido parte del traje típico de nuestros campesinos, sea declarada "Patrimonio Nacional".