Anécdotas, Cuentos, Historias

domingo, 23 de junio de 2013

La Perla del Lengupá.

O el Puente de Oro de los llanos.

Bienvenida liberal al presidente.

Miraflores, desde la época de la colonia, ha sido un punto geográficamente vital, es asi que cuando se da el grito de independencia, en el año de 1810, en Santa fe de Bogotá se  enteraron de que por este punto había un camino directo de comunicación entre los llanos COLOMBO- VENEZOLANOS y la capital, luego, en el año  1811,   fuerzas realistas  a cargo de un curtido oficial español, hacen presencia  por estos lugares del Lengupá, por que preveían que por este camino se desplazaría de manera muy rápida,  el gigante que venía procedente de los llanos colombo venezolanos, al mando de Simón Bolívar; la inteligencia militar  y los estrategas del entonces ejercito de Bolívar, al saber que este camino más corto estaba militarizado por los españoles, llevo a que el   desplazamiento de la tropa libertadora hacia la capital, no fuera por  esta  vía de Miraflores, sino que debieron tomar la ruta de Pisba-Paya.

Fernando VII el rey de España,   quien luego de ser liberado por parte de los Bonaparte, y quien se negara de manera categórica a firmar  la constitución de Cádiz,  en la que los criollos reconocían  la autoridad real  y afirmaban la independencia,  envía a Pablo Murillo, el “Pacificador” quien con toda la autonomía  y apoyo real  debía restablecer el viejo orden; por ordenes de Murillo, en 1815-16, en Miraflores, es instalada una base militar española, que  fue sustentada  con hombres del  ejército del rey. Puesto que por allí por Miraflores,  al ser un camino estratégico, se corría el riesgo  que  nuevos refuerzos de los llanos colombo venezolanos  hicieran presencia en  la capital.

Varios años después, en el Gobierno del entonces presidente  Enrique Olaya Herrera, y viendo la importancia no solo  militar sino económica, y por presión de algunas personas prestantes del entonces, se expide la ley que  por orden del presidente, otorgaba fondos para la  “Vía del progreso”, que uniría a  la capital Tunja  con  la región del Lengupá, en un primer tramo hasta llegar a Miraflores y en etapas posteriores hasta  llegar a Monterrey.

Chulavitas  fot. Campo H.

Por el año 1949-50, luego de la muerte de Jorge Eliecer Gaitán, el ministro de guerra Roberto Urdaneta, por orden directa  del presidente Mariano Ospina Pérez,  envía  a Miraflores cientos de soldados, que acompañados de asesinos particulares al servicio del estado, reclutados en la vereda de la Chulavita del municipio de  Boavita,  son acuartelados en Miraflores y otros municipios, con el propósito de contener y  acabar   a los liberales, quienes  también en ese momento tenían como vía principal para llegar a Bogotá  los caminos que pasaban por Páez y Miraflores,  pero que con el cerco militar   no fue posible ninguna movilización y los combates se debieron desarrollar allí  en la región del Lengupá, hasta que  el general Rojas Pinilla declara un estado de paz y tranquilidad, sellado con la entrega de las armas por parte de los liberales, en Monterrey Boyacá hoy  Casanare.  A partir de esa fecha, Miraflores se convierte en la “Perla del Lengupá”, por su  floreciente economía,   el trabajo de su gente, y el emprendimiento de muchos de ese entonces en lo relacionado con agricultura, ganadería y comercio, que sumado al intercambio comercial y cultural con los llanos  de Casanare  Arauca y Meta, muchos le asignaron también el nombre de “Puente de Oro de los llanos”.

Tropas Miraflores, fot Mexico,  C. Rojas.

La carretera del progreso, desde ese entonces  ha sido una vía  de gran importancia para toda la región ya que es una vía que une de manera rápida  la capital de la república  con los llanos de Casanare, pero desafortunadamente  ha sufrido  los embates políticos desde antes de la construcción, pues los intereses militares y políticos, no han permitido que incluso al día de hoy, se tenga culminada, aunque en el mapa vial del país aparezca desde hace unos cuantos años como una vía de primera categoría.

El inicio de la construcción  de esta vía, en el gobierno de  Olaya Herrera, que continúo  en el gobierno de Eduardo Santos y  culmino de manera parcial  hasta Miraflores en el gobierno de  Alfonso López Pumarejo,  se hizo a pico y pala, y el día 8 de mayo, de 1938,a las tres de  la tarde, se inauguró esta importante vía  nacional por el presidente  Alfonso López Pumarejo.

Primer carro  For Raul Moreno.

Para La inauguración de la vía, el presidente pernocto en Tunja, en compañía de  la comitiva y algunos de los ministros más importantes de su gobierno, el ministro de educación,  José Joaquín Castro Martínez, el ministro de   obras públicas Cesar García  Álvarez, el ministro de Correos y Telégrafos Nicolás LLinás Vega, y el ministro de gobierno Alberto lleras Camargo, más conocido en el argot popular como el Muelón Lleras.

La caravana de más de 20 vehículos,  fue acompañada por el gobernador de Boyacá,  y todos sus secretarios, los diputados del entonces y una gran cantidad de periodistas, entre los cuales se destacaban los del periódico” El Tiempo”, quienes al finalizar hicieron una gran crónica de lo majestuoso de la región del Lengupá. Al paso por los diferentes municipios, la comunidad salía con  banderas   a saludar la singular caravana,  pues no solo pasaban por estas tierras  los más importantes personajes del país y del departamento, sino una gran cantidad de carros, que jamás se habían visto,  ir uno tras otro, por esta vía, era algo  jamás visto por sus habitantes quienes a duras penas sabían que existían los carros, luego los lugareños no solo agitaban  las banderas, sino también se quitaban el sombrero mientras a grito entero decían bienvenidos “susmercedes”.  

Recibimiento presidencial Fot, Zetaquira.

La caravana presidencial y departamental, fue recibida en Zetaquira por más de 350 jinetes,  que provenían de  Miraflores, Páez, Chámeza, Sirasí, Campo Hermoso,  Berbéo y San Eduardo, jinetes que en sus mejores caballos elegantemente aperados sentían el más grande orgullo de tener una  carretera que llevaría mucho progreso  y riqueza para la región, luego darían la mejor bienvenida a quien después de unos cuantos años les  iba a entregar el tan anhelado sueño.

El presidente y su comitiva siguieron acompañados de  los cientos de jinetes, quienes libaban licor, y al ritmo de conjuntos de música de cuerda  y pólvora celebraban  la llegada a la región de tan importantes personajes del país,  a Miraflores llegaron a la 1 :45 de la tarde, se apearon de los caballos y vehículos y fueron invitados a almorzar  a la casa de Santos Acosta,  en donde sirvieron  gallina criolla,  y carne asada acompañada de  arroz, plátano y yuca,  de bebida sirvieron  limonada hecha con panela y limón mandarino, jugo de naranja y mango, y un guarapo suave preparado  con  miel fresca de caña, mismo que acompañaron con  algunos licores de la época.

Discurso presidencial Miraflores. Fot H. Roldan

A las tres de la tarde, después del discurso  del gobernador, de  los ministros y del presidente, en la plaza pública,  se corta la cinta tricolor, que daba por inaugurada la carretera  “Del  Progreso”; la cinta tricolor es cortada con una tijera que prestara y llevara personalmente  “Carmelita”. Carmelita,  fue una joven  mujer, que para la época  colaboraba en  la organización  de bienvenida de la  comitiva presidencial, y quien preparo  una de las viandas ofrecidas en el almuerzo, una  rica mantecada, que fue acompañada con un suave y delicioso masato de  arroz y que los invitados degustaron  después del almuerzo.

Carmelita, muy elegantemente vestida, llevaba una bandeja de plata que había prestado la familia Santos, la cual iba sobre ella un mantel blanco debidamente almidonado y sobre este, la famosa tijera de Carmelita. Cuando   Carmelita estira la mano con la bandeja que llevaba la  tijera para que el presidente López cortara la cinta,  es recibida  por el ministro de gobierno, Alberto Lleras Camargo, quien de manera disimulada, le  sujeta   la mano pausada y suavemente a Carmelita,  que sumado a un guiño de su ojo le  hace entender  lo interesante que estaba.

Mientras el presidente corta la cinta, atiende  a los lugareños, da instrucciones, y celebra  con la población de todo el Lengupá, liberal y conservadora, el Ministro Lleras,   le comenta a López que  quería visitar la tumba de  su pariente el General Sergio Camargo, quien  falleciera allí en Miraflores, en el año de 1907 y que estaba enterrado en el cementerio local, a lo que el presidente  asintió; acto seguido, el ministro Lleras,  invita a Carmelita, a que junto con otros tres miembros de la comitiva los lleve al cementerio,  propuesta que la joven mujer no pudo resistir, después de esta visita de Lleras a su pariente en el cementerio, Carmelita le pregunta que  como le había parecido  la mantecada y el masato de arroz que habían servido después del almuerzo, el fulano no solo responde que  era la mejor mantecada  y masato que hasta esa fecha se había tomado,  sino que además quería llevar como presente para su esposa,  (Berta Puga, una Chilena  con la que se había casado en 1931)  unas cuantas porciones de esa rica mantecada; Carmelita no resistió  el halago  de su rica  receta, sino que  sumado al hecho de haber sido tocada su mano  suavemente por el ministro, el guiño de ojo mientras entregaba la tijera para cortar la cinta, mas la  solicitud de compañía, a visitar la tumba de  su pariente,  lo invito muy sonriente y amablemente a que visitara su panadería,  un lugar llamado “la Cascada” que estaba muy cerca del parque principal, el Ministro quien gozaba de la juventud, el poder y el dinero, acepto la  invitación y fue directo a “la Cascada”; allí  sentados en una banca de madera cerca a las vitrinas en donde  se mostraban los diferentes panes, que se preparaban en la  panadería, el ministro y    los demás acompañantes libaban licor, que acompañaron con una buena  y fermentada chicha  que les llevo un señor de apellido  Cendales, mientras  tanto Carmelita alistaba mas mantecada, y otros manjares locales, que  empacaría delicadamente para que el ministro llevara de presente a su casa en la capital.

Vitrina de la cascada fot.  E. Cristancho.

Pasado  el tiempo, y el licor habiendo  cumplido su cometido, el ministro lleras, se acerca a la propietaria y en medio de  enamoradoras palabras,  suaves caricias y susurros delicados,  y le va proponiendo amores a Carmelita, quien   de manera  efímera responde con  caricias y colma de besos  al  ministro; la relación estaba sellada desde ese mismo momento, de reciprocidad entre  la mirafloreña y el ministro.

Al poco tiempo, llega a la cascada un emisario del presidente, avisando al ministro y demás que ya debían partir nuevamente con destino a la capital, por lo que el romance entre Carmelita y  Lleras, duró solo unos pocos minutos; mientras el ministro se despedía de la  paisana, esta con lagrimas en los ojos y apretando sus manos, le juró amor eterno y el ministro le aseguró que volvería en poco tiempo  a visitarla nuevamente, por lo que no solo debía guardarle  su amor, sino la fidelidad eterna.


 Miraflores la Perla del Lengupá. Fot. Miraflores.

Carmelita falleció  varios años después, solterona y enamorada de su  único amor, haciendo  como siempre  los mejores panes, hojaldres, mantecadas, liberales y masato de arroz; la Cascada se convirtió en un punto obligado de visita por todos los mirafloreños y visitantes, porque  sus recetas de verdad  eran únicas;  a Carmelita  no le faltó  su rico pan en las vitrinas y las múltiples propuestas de matrimonio, por parte de  unos cuantos admiradores, pero  ella fiel a su promesa,  con el ministro Lleras, no solo los despreció, sino que les comparaba de manera vanidosa,  con el Muelón Lleras y les manifestaba que jamás podrían optar  a ser novios  o esposos de ella porque su compromiso seguía vigente con  el Ministro hasta el día de su muerte.

5 comentarios:

Fabio Moreno dijo...

Excelente crónica. Pero el rey de España entonces era Fernando VII. No Carlos

Anónimo dijo...

Si así es mi amigo mil disculpas por aquello de la confusión, gracias por la aclaración.: HR.

Unknown dijo...

SI ES LA CARMELITA QUE YO CONOCÍ, DIRÍA VARIAS COSAS: 1a QUE EL MASATO Y LOS AMASIJOS QUE VENDÍA, JAMÁS TENDRÁN IGUAL. MASATO CON PONQUÉ Y PEDAZO DE QUESO.... ¡ESPECTACULAR! 2a ALLÍ, EN LA CASCADA SE REUNIERON TODAS LAS MAÑANAS DURANTE MUCHOS AÑOS A LAS 7 DE LA MAÑANA MÁS O MENOS A TOMAR TINTO CON PEDAZO DE QUESO ADICIONAL, VARIOS EMPRESARIOS, COMERCIANTES Y PROFESIONALES DE MIRAFLORES A COMENTAR LAS NOTICIAS Y A "ARREGLAR LA CIUDAD Y EL PAÍS". LUEGO CADA UNO PARA SU CASA A DESAYUNAR Y A LAS 8 A TRABAJAR. SITIO INOLVIDABLE. MUY BUENO Y CONCISO EL ARTÍCULO.

gonzalo dijo...

Más sobre Carmelita, ella solo atendía en la Cascada, no creo que hiciera un roscón. Dña. Delia Perilla de Botía era la autora de los amasijos, el resto es obra de su imaginación tan prodigiosa. Aunque bueno por el recuerdo

Myriam Gonzalez dijo...

Gracias por el relato y las maravillosas fotos.