El limonar… o Limonal.
Paraíso turístico local y ancestral que tenemos el privilegio de disfrutar en nuestra
región del Lengupá.
Nuestro
limonar es ese lugar paradisiaco, que tiene como característica la producción
de limones; allí el clima, los suelos, y demás condiciones hacen de este lugar
una tierra fértil y apta para el cultivo del limón y otros cítricos.
Hace unos
años era común encontrar plantas de limón de castilla, limón mandarino, limas,
limón dulce y otros cítricos dispersos
de manera silvestre en los potreros,
solares y caminos de este lugar por el lado de Miraflores en las fincas de
Enrique Alba, la familia Cubides y una familia Barreto quienes Vivian en los
limites antes de pasar el puente colgante, en donde esta una ceiba centenaria.
Mientras
que por el lado de Berbéo estaban las
fincas de la familia Cortez, y de una
familia Barreto, Doña Lolita de Cortez, madre de don Manuel Cortez y este a su vez padre de ( Jorge Luis, Manuel
, Jorge Eduardo, Carlos, Gloria, Yadira y Yolanda.).
El
lugar se denominó EL LIMONAR, por la presencia
de limones en el área de influencia;
mismos que servían para apaciguar la sed de trabajadores, y caminantes que
circundaban el lugar y que en época de
verano llegaban hasta las orillas del rio a refrescarse dentro de sus aguas
abundantes y cristalinas.
Este
tradicional lugar geográfico está ubicado entre los municipios de Miraflores y Berbéo y marca
el límite entre los mismos, siendo
separados por el rio Lengupá; y unidos
por el puente colgante del limonar; un puente que hiciera la Federación Nacional
de Cafeteros hace muchos años, de ingeniería básica pero practica, que consiste principalmente en cuatro
estructuras de concreto dos a cada lado del rio, las cuales soportan largos y fuertes cables acerados, sobre los que
se anclan tablas de madera; los cables soportados sobre los grandes
pilotes de hierro y concreto, atraviesan
el rio por lo alto formando una catenaria (curva que forma un cable suspendido
de sus dos puntas de manera natural por su
propio peso), misma curva que después de
soportar el peso adicional de las tablas
y de los transeúntes se vuelve más cóncava y pronunciada, lo que hace por ley física que a medida que se transite por sobre el puente,
este realice movimientos hacia adelante
y atrás combinados con movimientos hacia
los lados. Movimientos que en nuestra juventud aprovechábamos de manera irresponsable
para asustar a las personas que se atrevían a pasar a nuestro lado y que no tenían
la práctica para sostenerse en pie sobre
el puente; muchas veces vimos como
algunos hombres y mujeres se petrificaban del pánico cuando el puente
empezaba a moverse y debían entonces esperar que nosotros pasáramos corriendo y
dando saltos, o bajarse y pasar
caminando por el lecho del rio echándonos la madre, mientras nosotros
nos carcajeábamos a más no poder.
Este
maravilloso puente ha sido preservado y
cuidado por la comunidad local no solo
como un bien de servicio público, sino como un icono, característico y legendario del lugar.
El
rio Lengupá hace años era un rio muy caudaloso en época de verano y mucho mas
lo era en época del invierno; porque sus
rondas y montañas desde las lejanas
tierras de donde proviene y por donde pasa
aun no habían sido tan intervenidas por el hombre, los grandes y exuberantes
bosques permanecían en pie, mientras que la estabilidad de los suelos era muy
buena. Luego sus aguas abundantes y cristalinas era la sensación para propios y
visitantes. Bueno hoy siguen siendo la sensación, solo que
sus aguas ya no son tan abundantes ni cristalinas en el
verano, como lo eran en el pasado; pero siguen siendo frescas y con un aditivo
adicional producto de la deforestación y erosión y es que vienen cargadas de
arcillas, minerales y otros elementos que bajan disueltos en el agua desde las
lejanas tierras de Rondón; y que a los
veraneantes que las disfrutan, les queda como ganancia adicional muchos minerales
impregnados al cuerpo y otros muchos
incorporados a su digestión….
Los
periodos de invierno y verano, eran muy importantes en la potamología del rio; ya que una vez pasaba el invierno; el
rio dejaba sus marcas, sus huellas bien definidas y puestas entre orilla y
orilla y mucho mas allí en el limonar
por ser un lugar relativamente plano, ancho en donde las aguas pierden
velocidad y entran en un área de mayor calma por la topografía del
terreno; luego para el verano va
quedando atrás, rocas, playas de arena y pozos
largos, anchos y profundos, en donde se podía y puede nadar y disfrutar en
compañía de amigos y familiares.
Los
paseos al Limonar o “limonal” como comúnmente se le conoce a este lugar; eran y
son como un gran ritual, al que todos llegábamos con frecuencia y con mucho cumplimiento en la época de verano
y vacaciones; pero mucho más lo era en días como el 25 de Diciembre, el 1ro y
6 de Enero. En estas fechas
especiales el paseo era diferente al que
normalmente se hacía fuera de ellas; básicamente esta diferencia está en que para la ocasión,
toda la familia asiste al río incluido
el perro, entonces se llevan las más diversas viandas, que generalmente se
componen de gallina carne, yuca, papa y plátano para hacer el respectivo
sancocho, y se acompaña con arroz, arepa,
pan, dulces, refrescos, aguardiente y cerveza por montón, mas una grabadora
gigante, o un carro con su stereo tipo costeño que hace retumbar la música variada
por todo lado. (ranchera, llanera, bailable carrilera etc.)
La
llegada era temprano después de la amanecida
de la rumba, entonces había que buscar el mejor lugar, cerca a la playa,
muy sombreado, en donde se pudiera colocar las tres piedras para el fogón, en
donde se presumiera no haya mucha
garrapata y en donde haya piedras grandes o un montecito en donde pudieran los veraneantes ir a hacer sus necesidades fisiológicas.
Luego
se alista la leña, se pone la cerveza al agua, se pela la gallina, se alistan los demás ingredientes,
se pone a cocinar todo y después
todos a su traje de baño.
Ese
es el mejor momento para el observador ya que
se ven los más diversos vestidos
de baño para las damas, en una o dos piezas, otras con camisetas puestas sobre su
cuerpo tratando de tapar lo que todos vemos o imaginamos, cuerpos esbeltos, cuerpos gordos y gorditos, bananitos, bananos y bananotes, llanticas,
llantas y llantotas, neumáticos bicicleta,
automóvil o camión, de diferente marca y tamaño, colores especiales, toallas
diversas coloridas, ponchos, combinaciones, shorts, y demás prendas que permitan
estar dentro del rio de la manera más cómoda.
Los
hombres con sus pantalonetas narizonas, otras largas anchas y floridas que permiten que la panza descanse suavemente
sobre la misma sin que se maltrate mucho y por donde se puede sacar el pipi fácilmente para
orinar sin problema, que generalmente se hace por una manga de la pantaloneta.
Algunos
veraneantes con sombreros, gorras, gafas deportivas, oscuras para el sol, chanclas plásticas PANAM, otros con la macha, zapatos cómodos, y muchos descalzos, que en definitiva es lo mas
practico y común mientras dura el paseo.
Los
niños de corta edad empelotos mostrando la herencia de su padre, el padre orgulloso de su hijos,
mientras saca pecho y se toma unas cuantas en honor a los genitales que heredo su hijo; la madre comentando
con la familia lo que es la genética, mientras se pone roja de vergüenza, cuando
alguien pasa por el lado y escucha; pero feliz por el origen de este don.
Las
niñas bien educaditas, con su vestido bien
puesto, las madres enseñando como taparse todo para evitar las miradas, los
padres celosos por las miradas y pensando en el mañana.
Los
mirones con los ojos fuera de orbita
viendo cómo pasan contoneándose las nalgas peladas flacas o con los gordos gigantescos, a
velocidad o lentamente para tirarse al agua, mientras se saborea una fría y deliciosa cerveza y se comenta con el vecino
lo bueno , lo malo y lo feo de quienes pasan
por los lados.
El
enamorado sacando el pecho, hablando
duro, y mostrando su más masculinas
poses mientras le dice piropos a las
muchachas, las muchachas feas coquetas,
riendo y haciendo miradas seductoras,
mientras las bonitas tuercen la boca, giran la cara y menean el pelo en señal
de desprecio.
El
borracho viendo doble, y borroso, manifestando su amor a gritos y diciéndole piropos
a todos los que pasan por su lado sin
importar si es hombre o mujer, si es joven o vieja, si es casada o soltera, porque
lo que importa es decirles algo.
A la
distancia otras personas en la playa y en el agua, nadando, otros sobre las piedras tomando el
sol, las parejitas embelesadas y deshidratadas por las mieles del amor, la
suegra pendiente de la hija de manera disimulada, el papa orgulloso de su hijo y los mirones
esperando de manera encubierta los
movimientos de pareja y el destino final después de las caricias.
En
fin todos con su cuento pero todos al final
alegres, felices, disfrutando de la vida, y de la familia y eso es lo más
importante.
https://www.youtube.com/watch?v=Jv7Bz7N9-ic
Hace
años parte del paseo al rio y al
limonar, era pescar: si.. así como lo leen PESCAR; allí en nuestro rio Lengupá se podía pescar,
era común encontrar peces de diferentes tipos y de buen tamaño; mismos que
bajaban silenciosos y fugaces dentro de las cristalinas aguas en compañía de
otros peces propios y únicos de un afluente que desgraciadamente recogía y
llevaba en sus aguas las descargas de los cientos de inodoros del casco urbano…
la famosa e internacional MENUDERA
que por demás tiene un nombre muy perfumado y que deberíamos cambiar urgentemente… pero lo más
triste de todo esto, es que los peces de verdad se agotaron, mientras que los
peces del casco urbano que descienden nadando a la vista de todos en las aguas de la menudera van en aumento, es un gran cardumen permanente los 365 días del año …
y todos nosotros seguimos y seguiremos disfrutando año tras año del paseo al rio y sintiendo orgullo y nostalgia por este
nuestro balneario denominado el limonar.
1 comentario:
¡Qué bonito relato!. Se siente mucha nostalgia al recordar esos tiempos de juventud maravillosos de disfrute en éste hermoso sitio con los amigos y amigas, con quiénes nos ibamos por carretera y camino y nos devolvíamos en bus o en el carro que parara a la señal de dedo. Para mí, pasar el puente era el mayor desafío del paseo, nunca me fué facil, el pánico era gigante, precisamente por que no faltaba el travieso que meciera el puente para divertirse con quienes le temíamos al movimiento y altura y sentíamos que al río ibamos a caer. Gracias por traer a nuestra memoria el sitio y los paseos.
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