La laguna del Morro ha sido
desde los tiempos de los tiempos un lugar exuberante, encantador, místico,
hipnotizador, fascinante, llamativo
atractivo y lleno muy lleno de leyendas
Dicen los relatos ancestrales que en la parte alta de la vereda de El Morro, atrás de la montaña y muy adentro del bosque, existe una laguna más grande que la que hoy se llama laguna de El Morro (el sitio exacto no se conoce). En una ocasión, un cazador caminando en búsqueda de animales, divisó la laguna y al acercarse, observó flotando una totuma que brillaba; el hombre ambicioso, procedió a cogerla y al ver que contenía oro y muy feliz con el encuentro, echó la totuma en su costal y se la llevó a la espalda. Al llegar al sitio en donde hoy es la laguna de El Morro, sintió que el costal que llevaba a su espalda con la totuma pesaba mucho, luego debió descansar y al revisar dentro del costal, ¡oh sorpresa!, el oro se había convertido en una enorme serpiente. El cazador muy asustado, tiró el costal con la carga para evitar que la serpiente lo mordiera, se subió rápidamente a un árbol y desde allí divisó que la totuma con su oro convertido en serpiente, se convertía en una fantástica laguna; que fue denominada LA LAGUNA DEL MORRO.
Dicen los relatos ancestrales que en la parte alta de la vereda de El Morro, atrás de la montaña y muy adentro del bosque, existe una laguna más grande que la que hoy se llama laguna de El Morro (el sitio exacto no se conoce). En una ocasión, un cazador caminando en búsqueda de animales, divisó la laguna y al acercarse, observó flotando una totuma que brillaba; el hombre ambicioso, procedió a cogerla y al ver que contenía oro y muy feliz con el encuentro, echó la totuma en su costal y se la llevó a la espalda. Al llegar al sitio en donde hoy es la laguna de El Morro, sintió que el costal que llevaba a su espalda con la totuma pesaba mucho, luego debió descansar y al revisar dentro del costal, ¡oh sorpresa!, el oro se había convertido en una enorme serpiente. El cazador muy asustado, tiró el costal con la carga para evitar que la serpiente lo mordiera, se subió rápidamente a un árbol y desde allí divisó que la totuma con su oro convertido en serpiente, se convertía en una fantástica laguna; que fue denominada LA LAGUNA DEL MORRO.
Esta laguna ubicada en la
vereda del Morro, tiene muchas historias de leyendas locales ancestrales; que
se transmitían por relatos orales de
generación en generación.
Luna Llena Fot: H.Roldan |
Mi abuela contaba con
parsimonia, misterio, admiración; y suspenso, cómo la población cada año
pagaba al sacerdote de turno misas y
visitas para que la laguna se calmara.
Laguna del Morro Fot. Ivan Monrroy Cadavid. |
Allí iba el sacerdote, a celebrar la liturgia, y después de suplicas y oraciones, arrojaba
agua bendita y sal que los pobladores donaban por cientos de arrobas; para que esa mística laguna se “amansara” (apaciguara); era tan grande el misterio de la laguna del Morro; que en el Gobierno del General Rojas Pinilla; desde un avión le soltaron mas de 40 toneladas de sal, con el fin de apacigüarla; así mismo según las expresiones
populares de mi abuela, los hermanos de ella y otros pobladores del lugar, todo el mundo le
tenía mucho respeto y miedo a la laguna, ellos decían
que nadie podía entrar en la laguna, por que era UNA
LAGUNA ENCANTADA y los encantos se llevaban al nadador; y que como a los
encantos no les gustaban las personas adultas, cuando las veía acercar; entonces ellos hacían que la laguna se
enfureciera.
Los encantos según los relatos, son personas con sus familias de varias generaciones que vivían dentro de la laguna, y que en noches de luna llena o en menguante, salían
a flote sobre las aguas. Se decía que cuando un niño se acercaba al lugar, los
encantos lo dejaban acercar sin
inconveniente, mientras era
llamado amablemente por los niños
encantados de la laguna e invitándolo a jugar con ellos, se lo llevaban para siempre.
Cuando la laguna se
enfurecía; empezaba a bujar (bufar) un viento frio, fuerte e intenso, mientras sus aguas se agitaban con
movimientos circulares, del centro hacia a fuera, formando grandes olas, luego
el cielo se nublaba y caían muchos
relámpagos y rayos.
Esta laguna enfurecida; no
permitía que se acercara alguien fácilmente a ella; aunque muchos osados algunas veces lo hicieron la mayoría quedo ahogado en sus pesadas aguas; según los
relatos y repertorio popular local “la laguna se los trago”, “se lo
llevaron los encantos”.
En las noches de menguante y
luna llena, salían los encantos, sobre
sus aguas, a realizar actividades cotidianas
como cocinar, lavar la ropa, y otras labores de la casa, mientras los
hombres ayudaban y tomaban licor y los niños jugaban; luego bailaban al ritmo de música hecha con las
tapas de las ollas, cucharas y guitarras,
mientras entonaban cantos que no se entendían; era algo así como
si hablaran en otro idioma o en una lengua diferente a la local que nadie
entendía.
En algunos años; los
pobladores locales; y los caminantes, según los ancestros vieron como los
encantos se llevaron a varios niños,
y se trasladaban del lugar, entonces salían de la laguna y buscaban una
quebrada; como la Susía, o la Mocasía y allí entraban con toda la familia y los
niños raptados y prontamente todos bajaban
quebrada abajo, los trasteos se hacían en noches de luna llena.
Olla de oro. |
Cuando iban quebrada abajo;se podía ver el resplandor y gran brillo del
trasteo desde lejos; allí llevaban todos los animales, todo el menaje de casa,
y toda la familia abuelos, padres, e hijos y casi siempre muchos niños que
lloraban, mientras otros iban cantando aguas abajo; se decía que los encantos cuando bajaban por
las quebradas brillaban y resplandecían mucho porque todo su menaje, los
animales y las personas eran de oro; y su mayor riqueza iba en muchas ollas todas llenas de
monedas de oro y niños que la
población les denominaba “tunjos
de oro” y cuando alguien los
veía, y llevaba sal podía lanzársela rápidamente al encanto y si algo
de la sal tocaba a persona, animal o menaje del trasteo; este objeto, animal o
persona, quedaba convertido inmediatamente
en piezas solidas de oro, que luego podían tomarlas o apropiarse de ellas,
luego la persona se convertía en un
nuevo rico, y si ya era adinerado, acrecentaba mas su riqueza;
pero ese dinero no era bueno, porque los
encantos no eran hijos de Dios; luego era dinero muy nefasto.
Lajas de la Mocasia Miraflores Boy. Fot M. Vargas. |
Se contaba, que una señora
que llevaba a vender quesos al pueblo,
llamada doña Adelina López y quien vivía por el lado del morro, contaba que su abuela
cuando era una adolescente, les contó que
en una ocasión, había seguido con
mucha cautela a un señor que llevaba dos
niños, porque ese señor no era conocido
en su vereda; entonces ella por chismosa y curiosa lo siguió de lejos
hasta ver a donde vivía y se dio cuenta que el señor entro a la quebrada la Susía,
con los dos niños uno de la mano
y otro más pequeño que llevaba en
hombros; describiendo y haciendo
énfasis en una
característica especial; los dos
niños eran de color blanco y de cabello muy rubio; mientras el hombre que los
llevaba era muy alto y moreno, entonces
los tres se introdujeron dentro del agua y no volvieron a salir; por lo
que ella aseguro que eran personas encantadas.
Luego echándose la bendición y
corriendo a su casa sintió como se le
inflamaba la lengua, que casi no le cabía en la boca, se le puso el cabello de
punta, mientras su cuerpo se erizaba, las piernas le temblaban, y no podía gesticular palabra, por el gran miedo
que sintió al ver esta escena, para ella
muy rara y misteriosa; entonces sus padres debieron llevarla de manera urgente ante el sacerdote, para que
se confesara y contara lo sucedido ante la autoridad de Dios.
Fot H.Roldan. |
Tunjo de oro |
La laguna del Morro con sus
mansas aguas; ha dado el abrazo de la muerte a muchas personas que han
desafiado sus aguas; luego sus vidas han quedado para siempre allí, de
hecho muchos lugareños dicen que eso
ocurre porque aun sus aguas siguen
siendo muy misteriosas y sobre todo muy pesadas y hace más o menos 22 años, hubo que echarle las últimas cargas de sal y bendecirla nuevamente para que las grietas que se estaban formando y que amenazaban su ida, se cerraran y sus moradores de la parte baja y de alrededor, pudieran seguir viviendo en sus terrenos de manera muy tranquila.
Laguna del Morro Fot.M.Vargas. |
De mi parte la sigo viendo
como uno de los lugares más lindos y exóticos de Miraflores; pero igualmente
misterioso; esta laguna y sus alrededores; se deben seguir conservando como un gran patrimonio y como
lugar de exuberante belleza y riqueza turística incalculable de nuestro
bello Miraflores.
Nota: los tunjos de oro, fue
el nombre dado por los muiscas a figuras que ellos elaboraban en metal
brillante o en oro, que representaban hombres, mujeres o personas asexuadas.
Agradecimiento especial a Maria Ligia ballesteros por ese aporte sobre el origen de la laguna.
Agradecimiento especial a Maria Ligia ballesteros por ese aporte sobre el origen de la laguna.
3 comentarios:
¡Felicitaciones por tan bonito relato!
Laguna "El Morro"...mito y leyenda... misterio y realidad...dioses y seres humanos...exuberancia y deleite... patrimonio natural y cultural de Miraflores.
Me cuentan que en la parte alta de la vereda de El Morro, atrás de la montaña y muy adentro del bosque, existe una laguna más grande que la de El Morro (el sitio exacto no se conoce). Que alguna vez un cazador yendo en búsqueda de animales, divisó la laguna y al acercarse, observó flotando una totuma que brillaba; procedió a cogerla y al ver que contenía oro, gustoso con el encuentro, echó la totuma en su costal y se la llevó a la espalda. Al llegar al sitio en donde hoy es la laguna de El Morro, sintió que la maleta pesaba mucho, la bajó y ¡oh sorpresa!, el oro se había convertido en una enorme serpiente. Tiró la maleta y para evitar que el animal lo mordiera, se subió a un árbol y desde allí divisó que la totuma se convertía en una fantástica laguna; misma que hoy permanece y que hace más o menos 22 años, hubo que echarle las últimas cargas de sal y bendecirla nuevamente para que las grietas que se estaban formando y que amenazaban su ida, se cerraran y sus moradores de la parte baja y de alrededor, pudieran seguir viviendo en sus terrenos de manera muy tranquila.
“Cuenta don Luis Morales
Existen zonas en donde la laja está perfectamente calva, donde la capita de tierra que la recubre, ya no existe y se va la laja. Además las gentes cuentan que por debajo de la iglesia de Miraflores atraviesa una viga de oro que une la laguna de Morro con la laguna de Tota. Dicha viga es encantada y que por tanto un día se irá, produciendo el hundimiento del pueblo”
Fuente: EL HABLA POPULAR DE MIRAFLORES
Autora: ELIZABETH MORENO GUZMÁN
Año: 1984.
Publicar un comentario