De la compra al camión
Pila de café lista para empacar. |
En la compra después de terminado el día; se empezaba a trabajar el café a granel, se
ubicaban las pilas y se mezclaban bien unas con otras es
decir esa separación que se hacía mientras se compraba el grano a
los productores ; no era más que una manera de poder pagar un menor precio;
pues al final todo el café se iba bien mezclado; solo quedaba en
lugar separado los cafés verdes, que se compraban a muy bajo precio y el
café de bola; que es el café que se seca
en la planta y queda completo con la semilla,
mas todo lo que se selecciona del café pergamino en el proceso el café
media cara y demás.
Luego de la mezcla bien
hecha, se iniciaba el proceso de empaque, pesaje, cosido, arrumado y cargado al
camión.
En estos procesos se debía
uno cubrir la cara con una toalla o con un pañuelo tipo ganster del oeste, con
el fin de que no entrara mucha tierra dentro de las fosas nasales, mientras se
trabajaba en la empacada.
Sacos de fique. |
Para este proceso, se tomaban los costales o sacos elaborados en
fique, y con una herramienta llamada cuchara, fabricada en aluminio con mango de madera, que no es más que una lamina formando un medio cilindro, a la que se le coloca a un lado un soporte de madera en la cual va un mango
internamente, que permite agarrarla
fuerte para poder empacar el café dentro del saco.
Café empacado y pesado. |
El peso de los sacos ya
llenos debía ser un peso estándar, no recuerdo si era de 62,5 kilos cada saco, luego los empacadores con la practica lo sacaban casi exacto de manera que el
pesador tenía que sacar o
colocar una pequeña parte para
dar el peso exacto.
Sacos llenos para el proceso del cosido. |
Los sacos llenos, se
colocaban en filas cerca a la bascula
previamente calibrada y nivelada, mientras el mismo pesador o a veces con
ayudante los iba subiendo y bajando uno
por uno para ser ordenados en
otra fila; el acomodamiento en
las filas debía ser bien hecho de los bultos debían quedar muy cerca uno del otro,
pero sin sostenerse con el siguiente, de
manera que al retirar uno, el otro siguiera en pie.
Agujas de Arrea. |
En esa fila bien acomodados,
y de manera ordenada, los sacos abiertos, iban los cosedores haciendo la labor; para
ello se usaban agujas de coser costales de
varios tamaños ( agujas de arrea); en las cuales se
les insertaba la cabuya, después
remplazada por fibra de
polietileno; la cabuya se cortaba de una medida exacta, que alcanzaba
perfectamente para cubrir adecuadamente
la boca del costal o saco de café ya
lleno , y debidamente pesado, esto igual tenia su técnica, y debía quedar bien hecho para que la
perdida en los diferentes
movimientos fuera muy poca. La medida
era la distancia que daba el brazo semidoblado luego se tomaba el rollo de cabuya, se sacaba la punta y esta se iba enrollando en el brazo
semidoblado desde la mano hasta el codo;
esa era la medida exacta.
Cabuya para coser los sacos de café. |
Una vez cosidos los
costales, estos tenían dos destinos, si el camión estaba ya listo para la carga se subían la camión, y se acomodaban perfectamente por arrumes,
los ayudantes del camión (Coteros)
trabajadores expertos en estas lides; acomodaban perfectamente cada saco
uno sobre otro de manera que no se
desencarraran, y se podían contar fácilmente; cuando esto ocurría, debía ponerse un trabajador de confianza en la salida para
llevar un control de cuantos sacos subían al camión.
Café listo para ser cargado. |
La subida al camión se hacía por medio de un tablón de madera, con
separadores tipo escalera, que permitía
a los coteros subir adecuada y rápidamente.
Si los camiones no habían llegado aun; el café se disponía en arrumes llamados petacas que se formaban con los sacos llenos de manera que se formaba un cuadrado perfecto y uno sobre otro se colocaban hasta completar los arrumes. Allí permanecía el café hasta que se cargaba al camión con destino a Bogotá, Bucaramanga, El Socorro y San Gil.
Arrume de café en la compra listo para subir al camion |
Ya debidamente contados
todos los sacos y arrumes que habían sido
cargados al camión; se procedía a la colocación
de las carpas del camión mientras, se hacia el despacho.
Canon carpado listo para salir. |
Allí terminaba este ciclo, finalizado el trabajo esperábamos
nuestro pago; y una vez recibido, muy rápido a la casita, a comer, un buen baño, afeitada
, loción, buena pinta, adiós cansancio, y al parque a buscar novia, a tomar guarito o cerveza y a rumbear
hasta el amanecer.
Fiesta popular en el parque central. Miraflores. Fot C. Rojas. |
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