En Miraflores.
Como
es tradicional en toda Colombia, en
pueblos y veredas los reinados y las fiestas tradicionales, Patronales y demás, son celebradas religiosamente en una fecha especial del año.
Todos
los habitantes o por lo menos la gran mayoría, las esperamos, como el campo
seco ansía las abundantes y frescas
aguas de abril.
Las
fiestas de mi pueblo, se han celebrado de manera tradicional en el
mes de Enero, mes que coincide con el verano y las cosechas; hace unos años se celebraban año tras año; pero después por
sugerencia de varios se definió que fuera cada dos años, debido a que una vez
terminan las ferias y fiestas, los habitantes del municipio quedan como sobaco
de rana (pelados). Y eso se ha venido haciendo desde años atrás; lo que en realidad por un lado permite mayor
acomodamiento económico y mayor ansia en sus pobladores para cuando llegan cada
dos años.
Es
que todos los lugareños somos al igual que los romanos, nos
interesa y nos regocijamos con el circo y por supuesto los gobiernos no lo dan y nosotros lo disfrutamos
vehementemente.
Como
todo evento tradicional, las ferias y fiestas del pueblo marcan un momento de alegría, parranda y
desahogo que como terapia saca del estrés a todos los que las disfrutamos, y
le adiciona el mismo a todos los
que tienen la responsabilidad de organizarlas.
Hace años las fiestas del pueblo era un evento que
además de alegría, tenían penas y melancolías, porque casi siempre
en todas las ferias y fiestas no
podían faltar las peleas y por supuesto los muertos, por lo que el hospital local, y todo su
equipo debían preparase con la debida anticipación para esperar unos cuantos heridos, y el sacerdote de turno , las funerarias y el cementerio unos cuantos muertos. Todo porque
en esa época la intolerancia, local era
diferente a la de ahora, que sumado a
las altas dosis de licor, machismo, y revancha se reflejaba en las vidas y
riesgos de varios de los que
participaban. De estos sucesos salieron dos dichos populares
locales uno que no se llaman “Ferias y Fiestas” sino “FIERAS Y BESTIAS” porque se peleaban como fieras y se bebía como bestias; y el otro “Fiestas sin
muerto no son fiestas y la platica se pierde”.
La
preparación de las fiestas se hacía con anticipación formando los famosos comités de fiestas, que
se encargaban de actividades específicas dentro del desarrollo de las
mismas, y de los famosos reinados.
Los
reinados locales consistían básicamente en la busqueda de tres jóvenes damas
que representarían a tres gremios destacados,
como transportadores, comerciantes y ganaderos. Luego cada gremio con su
candidata, la cual siempre era acompañada de un equipo de trabajo igualmente dispuesto en comités
que le ayudaban y facilitaban la labor mientras duraba el reinado.
Las
candidatas y sus comités, debían realizar una serie de actividades con el apoyo
de sus gremios que año tras año eran muy similares, rifas, bailes, bingos, y esta actividad
empezaba desde mediados de noviembre, y terminaba en enero el día de la
coronación de las aspirantes a reinas.
Lo
tradicional era desarrollar actividades
que le permitieran a cada una de ellas obtener la mayor cantidad de dinero que
era depositado en Urnas, y la ganadora
era aquella que más dinero colectara al
final del reinado; acá no importaba cual
era la más bonita o la más simpática, lo que importaba era la cantidad de
dinero que lograba obtener durante los meses de actividad.
Una
de las cosas interesantes de ese
entonces, era la construcción de las
casetas por parte de cada equipo colaborador y gremio; entonces se construían
las mismas usando tablas de madera, tejas de zinc, y canecas llenas de tierra o arena, las
cuales eran llenadas y dispuestas adecuadamente para soportar los postes de madera que servían como punto de apoyo para hacer
el cerramiento, luego de eso se colocaba
sobre el mismo carpas de camiones o de
plástico que servían para protegerse en
caso de lluvia. Las casetas se construían una por el frente del hotel Lengupá, otra por el lado de
donde quedaba la caja agraria y otra en la plaza de mercado y a cada
caseta asistía un público afín
con la candidata.
Todas
los noches y en especial el fin de semana la
rumba allí era infaltable, y a
las notas de los negros del ritmo que se
ponían sobre un pequeño tocadiscos, y después en un equipo de sonido, se bailaba
con la candidata de la caseta, o con las damas que la acompañaban, mientras un improvisado animador con palabras de alegría animaba a que se
saliera a bailar, pero también a participar de la rifa bien de una novilla o de
dinero en efectivo, asi mismo se hacia
el remate del baile con la candidata;
luego para poder bailar con ella, se
debía pagar un dinero y ganaba el que más
alto pusiera un monto, algo a si como un remate de martillo, en algunas ocasiones el remate incluía beso de la candidata al parejo; y por obvias
razones ese baile valía más. Claro el
beso era solo en la mejilla, nada más. En otras
ocasiones se contrataba un
conjunto musical o una orquesta que
tocaba y animaba la fiesta toda la noche. Generalmente quien hacia parte del conjunto era Jesús Rojas Chucho más
conocido como Chucho Maracas, un
legendario y apasionado músico,
que ha acompañado las
fiestas y rumbas desde hace muchas generaciones
Los
bailes eran hasta bien tarde de la noche
y al siguiente día, si era un día de
mercado, las candidatas y su sequito, salían
a recorrer las calles del pueblo; todas muy bien vestidas, peinadas y
perfumadas, portando una banda hecha en
cinta de satín e impresa en ella el nombre
de la candidata y la terminación 1ra, todas las letras hechas con un material
brillante; a medida que iba caminando
por las calles del pueblo, iba
deteniendo a cuanto hombre pasara por su
lado y ponía sobre su pecho un
pequeño moño hecho en cinta de dos colores, los cuales habían sido seleccionados con anticipación y era los que identificaban a cada
candidata, bien si era de los ganaderos, transportadores o
comerciantes, ya una vez puestas las
cintas de colores se acercaba otra persona con una urna y allí el seleccionado disponía su colaboración, en una ocasión, un señor no colaboro, por lo que una acompañante le dijo "Colabori Mapariu, como pa la moza si tieni" acto seguido la colaboración fue grande, en ocasiones la candidata iba a donde
Diomeno, o a otros lugares a donde tomaban fotografías y ordenaba
sacar miles de fotos de tamaño pequeño, mismas que eran dispuestas
junto a las cintas sobre el pecho de los transeúntes bien acomodadas con un alfiler.
.
.
El
trabajo era arduo para las candidatas y
sus colaboradores, los cuales trabajaban ad honorem con los beneficios
de poder entrar a todo lado sin pagar y
disfrutar de los diferentes bailes; al final del proceso, las candidatas recibían un porcentaje de lo
recaudado y terminaba con la coronación
de la ganadora.
La
coronación era un acontecimiento municipal y la fiesta se hacía en el club
social y en ocasiones en una tarima
en el parque principal o la plaza de
mercado.
La
coronación de la reina popular, incluía
un pequeño desfile, una entrevista
pequeña, y el anuncio de lo recaudado, mientras eso ocurría todos muy pendientes, escuchando, aplaudiendo y
viendo lo que iba ocurriendo y de vez en cuando se nos salían las babas mientras
mirábamos a las damas, pasábamos saliva y
ansiábamos poder tenerlas cerca para insinuarles cositas a las referidas.
En
alguna ocasión en una entrevista le
preguntaron a una de las candidatas cual es su
plato predilecto?, y ella muy
orgullosa, sonriendo y sacando pecho y con mirada de soslayo respondió de manera
inmediata, Mi
plato favorito es el ESMALTAO.
Esos
eran los reinados locales, tiempo después ya se
empezaron a hacer los reinados regionales, en los cuales participaban
candidatas de todos los municipios de la región del Lengupá, eso sí sin dejar
de lado el reinado local, el cual era de gran importancia para la recaudación
de fondos que se usaban como apoyo para
el desarrollo del reinado regional.
Las ferias y fiestas de Miraflores, han sido siempre muy particulares, no solo por la
participación de toda la región, sino por su gran feria ganadera y equina, los
espectáculos de pólvora o juegos
pirotécnicos, las corridas de toros, la cabalgata, las verbenas populares
y lo mas bueno de todo la alborada que
inicia una vez termina la verbena popular a las cinco de la mañana y que se hace con una
banda pelayera ( papayera) que va
tocando por todas las calles del pueblo mientras nosotros los borrachitos
vamos bailando, tomando mas trago, echando pólvora y maicena por montón.
No
puede faltar la cabalgata, la cual es
uno de los eventos claves que imprimen más altura al evento, el caballo fiel
compañero de faenas y orgullo de los
lengupenses, también es participe, con
antelación se prepara todo tipo de caballos finos de paso y normales,
también van allí machos ,
mulas, y hasta burros , por que salir ese día a la cabalgata asi sea sobre un palo de escoba, es muy importante, mientras los caballos bien aperados trotan por las calles llevando sus jinetes hombres y mujeres, con sombreros
y ponchos , amarros y demás va
sonando la música de la banda (Pelayera)
papayera, se va tomando trago y como se dice coloquialmente “jachosiando”, es tan grande el “Jachoseo” que hasta los caballos lo hacen de acuerdo al
estrato y dueño; por supuesto ellos
también saben pedir de acuerdo
al bolsillo.
Es así que cuando un caballo normal, sencillo y de trabajo golpea el piso con sus manos es porque está pidiendo Herraduras, mientras el caballo fino, de dueño mas pudiente golpea un barril de cerveza y de paso lo que está pidiendo también es un ROLEX.
Es así que cuando un caballo normal, sencillo y de trabajo golpea el piso con sus manos es porque está pidiendo Herraduras, mientras el caballo fino, de dueño mas pudiente golpea un barril de cerveza y de paso lo que está pidiendo también es un ROLEX.
Las
corridas de toros son otra parte esencial y tradicional del evento, cuando no
había una construcción sólida como la de ahora, las corridas se hacían
en un encierro de madera que denominaban barrera, misma que era armada por
el empresario asignado por el municipio
para la explotación y comercialización del evento durante las fiestas.
Esta
barrera se hacía en la plaza de mercado
y hasta allá llegábamos
todos con los deseos inmensos de
ver el espectáculo, bien fuera pagando o
colándonos para disfrutar
de la corrida con los toros criollos o de casta, el toro para el público,
los enanitos toreros, los caballos
rejoneadores y la música popular, que
era interpretada por músicos foráneos, mientras en los palcos la banda pelayera no cesaba de tocar
a la señal del presidente de las ferias y fiestas o al pedido del
público.
Las
corridas de toros eran un espectáculo en la que casi siempre los toros salían de muy regular calidad, y los
picadores de las cuadrillas les bajaban
la poca fiereza de manera cruel y despiadada, por lo que todo el público se
paraba echándoles la madre, mandándole botellas y diciéndoles una serie de
improperios hasta que cesaba la picada del pobre animal. En el último tercio en
donde el torero enfrenta el toro a
muerte, todos los espectadores en
silencio esperando el fatal desenlace, pero casi siempre el torero fallaba en la entrada de la espada sobre el animal; luego
todos ya bien prendidos por todo el licor consumido, empezábamos a chiflar, a
madrear y a ser soeces mientras al unísono gritábamos voz en pecho ¡CHUCHO MESA! !CHUCHO MESA!, !CHUCHO MESA!, !CHUCHO MESA!.
Chucho
Mesa un hombre que nació bajo la ubre de una vaca y toda su vida
ha estado a la sombra del ganado;
era uno de los obreros más empleados en la vaquería, precisamente por su
experiencia en las diferentes faenas del
ganado, pero también era una de las personas que en el matadero
municipal hacia el sacrificio de todo el ganado que se consumía en el pueblo,
por lo que la experiencia en el amarre y
sacrificio de bovinos era probada y certificada por más de veinte años de
experiencia. Luego si el torero y su
cuadrilla no podían terminar con la vida del toro, lo más idóneo era que chucho
lo hiciera y entonces de manera sarcástica se gritaba ¡Chucho Mesa!, ¡Chucho Mesa!.
En
este proceso de las corridas de toros, hay dos eventos interesantes, el primero cuando
salen del hotel los toreros y sus
cuadrillas todos con sus trajes de luces y
demás, con destino a la plaza de toros, casi siempre acompañados de la banda pelayera (papayera), los mirones, el
alcalde, el presidente de ferias y otros personajes importantes, como “Pericles
Carnaval”; el segundo evento tiene que ver con la muerte y entierro de
Pericles carnaval; un muñeco hecho de trapo, relleno de pólvora, el cual lleva máscara,
Pericles simboliza, la festividad, la felicidad y rememora al
Pericles griego. Pericles carnaval tradicionalmente en las fiestas del pueblo,
es aquel que imprime la alegría que nace con el evento y termina con el mismo
cuando muere y lo llevan a enterar.
Después de la última corrida, Pericles es sacado en brazos y es acompañado por los dolientes que llevan velas mientras le cantan letanías y se lee el testamento. Este testamento es una forma o un medio especial para criticar directamente con sátiras fuertes, y humor pesado la situación política y privada de algunos personajes locales regionales o nacionales. Recuerdo que la persona que gustaba mucho de este asunto del Pericles era don Guillermo Martin, más conocido como “Fosforito” y popularmente como “El Jósoro” siempre don Guillermo era el encargado de acompañar a Pericles, de redactar y de leer el testamento, mientras las plañideras llevaban las velas, lloraban y respondían a las letanías con un “libranooos señoooor”.
Después de la última corrida, Pericles es sacado en brazos y es acompañado por los dolientes que llevan velas mientras le cantan letanías y se lee el testamento. Este testamento es una forma o un medio especial para criticar directamente con sátiras fuertes, y humor pesado la situación política y privada de algunos personajes locales regionales o nacionales. Recuerdo que la persona que gustaba mucho de este asunto del Pericles era don Guillermo Martin, más conocido como “Fosforito” y popularmente como “El Jósoro” siempre don Guillermo era el encargado de acompañar a Pericles, de redactar y de leer el testamento, mientras las plañideras llevaban las velas, lloraban y respondían a las letanías con un “libranooos señoooor”.
Después
del entierro de Pericles, la coronación de las reinas y la verbena popular las
fiestas finalizan dejando alegría,
recuerdos, novias, embarazos, despechados, abandonados, enamorados, separados, arrejuntados, arrepentidos, los bolsillos pelados, un cansancio general por toda la rumba, un guayabo producto de todo el
licor que bebimos como bestias y
que disfrutamos sanamente sin peleas, ni muertos, ni heridos, porque la tolerancia ha cambiado y ha mejorado la convivencia; bueno por lo menos en las fiestas a donde el propósito
de todos es disfrutar y no pelear como fieras, durante los cuatro días que dura
el acontecimiento.
Por
todo esto; yo no pienso faltar en el siguiente año a las Ferias y Fiestas de
Miraflores por que de verdad son buenas;
entonces allí estaremos muchos con nuestro poncho y sombrero, bailando como fieras y
bebiendo como bestias y exclamando !QUE VIVAN LAS JIERAS Y BESTIAS DE MIRAJLORIS! porque llegamos jue a bailar como matando hormiga, a tomar
guardiente, a umar garrillo y a decir Jeputa, que
pueblo mas regonito lleno e damas y toitos junticos en paz a disjrutar y a parrandiar en estas Jiestas.
PD: Agradezco a todos los autores de las fotografias, los cuales no puede confirmar para darles el crédito respectivo.
1 comentario:
Dentro de los eventos desarrollados en las ferias y fiestas de Miraflores, recuerdo muy bien el de 1983, cuando en pleno ruedo de la plaza de toros (construía en la plaza de mercado) se produjo el fantástico aterrizaje en paracaídas del torero JORGE HERRERA, considerado uno de los mejores toreros colombianos en las décadas de los 70 y 80. Como era un hecho novedoso, por supuesto que la plaza y casas de habitación vecinas, se abarrotaron de espectadores, los que no nos queríamos perder ningún pormenor de tan importante acontecimiento, el que para fortuna de todos, se llevó a cabo con el éxito esperado.
Refiriéndome el mismo tema de las corridas de toros, luego de ser una asidua radio escucha de las grandes corridas nacionales y asistente a ciudad y pueblos a disfrutarlas; mi percepción referente a ésta actividad ha cambiado, a raíz de la concientización del "no deleite de la persona a costa del maltrato animal". Por tal circunstancia y con mi experiencia en la realización de eventos, puedo afirmar (sin desconocer el gusto de las demás personas por la tauromaquia, la que llegó a América con la colonización española), que hay otras actividades de tipo cultural como el teatro, la pintura, la danza, la poesía, la música, entre otras ( que se han venido dejando de lado como procesos), que verdaderamente aportan a la construcción integral del ser humano, inducen al sano esparcimiento y convivencia, contribuyen a prevenir el consumo de alcohol, cigarrillo etc. principalmente en niños, niñas y adolescentes, y afianzan identidad y sentido de pertenencia. En Boyacá, ya hay municipios como Quípama, que viene haciendo de sus tradicionales ferias y fiestas una verdadera celebración cultural (Ejm. Festival de la Triada Folclórica María Molina en homenaje al campesino, con participación de delegaciones nacionales y apoyado por el Ministerio de cultura), de la que sus habitantes ya se han empezado a apropiar y a valorar como acaecimiento significativo en la reconstrucción de identidad de familia, comunidad y territorio, y como herramienta para el fortalecimiento del turismo local y regional.
Sobre el asunto taurino, afortunadamente ya hay legislación colombiana al respecto, que aunque no es contundente, ha empezado a limitar la realización de los eventos taurinos y de paso la asistencia del público a los mismos.
¡Gracias Héctor por tu relato, el que a la vez de recordarnos los viejos y maravillosos tiempos, nos permite un momento de benéfica reflexión!
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