Avarizzia una conexión directa entre Roma y
Miraflores.
Avarizzia, un libro del periodista italiano Emiliano Fittipaldi
que narra con lujo de detalles lo
ocurrido dentro del vaticano mediante
documentos super secretos que fueron filtrados por un sacerdote; entre
ellos en alguno de sus apartes dice
estas palabras:
“Tienes que escribir un
libro, tienes que escribirlo para Francisco. Él tiene que saberlo. Tiene que saber
que la Fundación del Niño Jesús, nacida para recoger ofrendas para niños
enfermos, pagó parte del trabajo realizado en el nuevo domicilio del cardenal
Tarcisio Bertone. Debe saber que
Vaticano posee casas en Roma por valor de 4000 millones de euros […]. Francisco
debe saber que las fundaciones en nombre De Ratzinger y Wojtyla han ganado
tanto dinero que ahora conservan en el banco 15 millones de euros. El Papa debe
saber que las ofrendas que los fieles le dan todos los años a través del Óbolo
de San Pedro no son gastos para los más pobres, sino que se amontonan en
cuentas e inversiones por el valor de 400 millones de euros […].”
Pues bien eso era lo que ocurría allí en ROMA mientras en
nuestro pueblo ocurría algo distinto
otra forma de avaricia pero al fin y al cabo avaricia definida como
el afán o deseo desordenado y excesivo de poseer riquezas para
atesorarlas. Desde un punto de vista religioso se trata de un pecado y de un
vicio ya que trasciende lo lícito y lo moralmente aceptable; la avaricia, se
vincula a otros pecados o a ciertos delitos, como la traición, la estafa y el
soborno.
El avaro sólo pretende sumar más y más riquezas y no conoce
ningún límite legal o ético para cumplir con su objetivo. Si es necesario
perjudicar a otra persona o pasar por encima de la ley, no tiene problema en
hacerlo.
Y es así que esta escasa diferencia entre lo real e irreal de
la historia mirafloreña que hoy
comparto, se inicia de lo contado por
algunos amigos y de la avaricia
que los humanos y mortales alguna vez en la vida tenemos…
A las cinco de la mañana de un día jueves del mes de Marzo
del 2014, fueron citados a la casa de Juan Manuel ubicada en el barrio
chapinero, un barrio de la capital de la república Bogotá, cinco grupos
de trabajo, los cuales recibirían instrucciones concretas, para realizar
una a ardua y rápida misión en varios municipios de Boyacá, entre ellos
Miraflores.
La reunión seria desde la hora señalada, en la casa de
Juan Manuel un hombre que había sido vendedor de víveres, rancho y
licores por los pueblos de Boyacá, y quien conocía perfectamente la
peculiaridad de los lugareños en los municipios seleccionados, y muy en
especial el de los mirafloreños.
El desplazamiento a los municipios de Ramiriquí,
Zetaquira, Miraflores y Páez, y Garagoa, sería el día viernes a las 8 de
la mañana, de manera tal que se estuviera arribando a eso del
medio día , para hacer las reservas hoteleras, hacer los diferentes
contactos para desarrollar el plan propuesto y dar a conocer a la
comunidad de cada lugar el proyecto que se realizaría en tiempo record
para invertir unos cuantiosos recursos que se habían logrado
obtener a través de un proyecto que había sido radicado en el Fondo
Nacional de Regalías, mismo que salió adelante con la ayuda de un senador
de la República y que fue asignado a la firma contratista propiedad de Juan
Manuel.
A eso de las dos de la tarde del viernes en
Miraflores, Juan Manuel, propietario de la firma contratista, se
hizo presente en la alcaldía municipal, directamente en la secretaria de
planeación, con el fin de buscar referencia de un buen ingeniero
civil y un buen arquitecto, para que fueran los residentes del gran
proyecto que se adelantaría, en la ciudad de los Ocobos “La construcción de 675 casas de
interés social, para las familias de más bajos recursos y madres cabeza
de familia de Miraflores Boyacá”.
El secretario de planeación estupefacto
por tan gigantesco proyecto, nunca antes visto en el departamento,
ni en la región y menos en el municipio, de manera inmediata, se puso
en contacto telefónico con el alcalde de ese entonces, quien de acuerdo,
con la información había salido de comisión el día anterior a la ciudad de
Bogotá, a realizar gestiones de gobierno y a cumplir con reuniones
importantes en el ámbito político; el alcalde al escuchar a su secretario
lo de la inesperada visita, pasa de inmediato al teléfono y no solo
agradece al contratista, su presencia, sino que además le solicita una
reunión con carácter urgente para el día Martes a primera hora, por no
encontrarse ese día viernes en el pueblo; dicha reunión seria para
tratar asuntos relacionados con el desarrollo del proyecto, especialmente lo de
las licencias, permisos e impuestos, así como lo el tema
laboral, lo de participación de contratistas locales entro muchos otros
incluyendo el del “CVY”, (Como Voy Yo).
Dicha reunión de acuerdo con las palabras del contratista,
manifestadas a la primera autoridad, solo podía realizarse ese
mismo día viernes, o máximo el día sábado, a primera hora, debido a que el
dueño del proyecto estaría solo hasta el día lunes
siguiente y este debía viajar antes de las 2 de la
tarde, para no llegar a la capital en horas de máxima congestión
vehicular, ya que por ser ese lunes un día feriado, o
festivo, o de puente como le decimos en Colombia a los días que el
gobierno decretara no laborables cuando se celebra una fiesta patria o
religiosa dentro del calendario normal de actividades, no podía esperar
mucho tiempo debido a la congestión que se presenta en esos días al salir de
la capital muchos viajeros mismos que regresan el día lunes
y la congestión es muy grande por el arribo nuevamente a la capital
de todos los viajeros.
El alcalde quien se encontraba según las palabras del propio
mandatario, “gestionando” como lo hacen muchos mandatarios, desde
que descubrieron que de esa manera se logran algunos viáticos
y otras prebendas, así se encuentren en su casa, de manera inmediata emprende
el viaje y llega en una hora de ese mismo día viernes a la reunión
urgente programada con el contratista. En esta reunión se acordó la
referencia de los dos residentes un ingeniero civil y un arquitecto, así como
el acuerdo de pagos por adelantar de manera rápida y veloz, en la
secretaría de planeación los respectivos permisos y licencias, también se
acordó el pago de todos los impuestos para el desarrollo y
ejecución de tan grande proyecto, y las comisiones (CVY). Los acuerdos concluyeron que
los pagos por permisos y licencias de planeación, se debían cancelar
todos sin descuento alguno y los impuestos municipales con un
descuento especial del 25% por pago anticipado mas la suma de 350
millones de pesos para el Burgomaestre, de los cuales se
tenían que repartir a los concejales la suma 50 millones de pesos para los
cinco que votarían el proyecto de acuerdo para el desarrollo del
proyecto y el descuento especial de impuestos. Dicha suma fue cancelada
bajo el más profundo sigilo, con el cheque No 2345, de la
cuenta corriente No 00987-654-13-00 de un reconocido banco nacional,
sucursal chicó; un barrio prestante y elegante de la
ciudad de Bogotá; el cheque fue girado a nombre de un
tercero por orden del burgomaestre; mismo que sería cobrado el día
martes a primera hora en las oficinas del banco, directamente en la capital de
la republica Bogotá.
Como todo en este pueblo, y en muchos otros de nuestra querida
región y departamento, el mismo día viernes, en la tarde, la noticia se
rego como pólvora, dando la vuelta al pueblo muy rápidamente, una y otra
vez, ya que el desarrollo de este gran proyecto daría mucho
empleo y generaría múltiples recursos para los todos quienes pudieran
ingresar al desarrollo del mismo; especialmente para los
ingenieros, arquitectos, abogados, obreros, carpinteros, soldadores,
ornamentadores, propietarios de volquetas, de camiones y de
maquinaria pesada, asi como propietarios de de ferreterías, de hoteles, de restaurantes,
de gasolineras, de almacenes de víveres, etc. etc., quienes atraídos
por los desarrolladores, y ávidos de obtener recursos de
manera fácil y rápida, llegaron por cúmulo a las
oficinas del proyecto. Todos los presentes mientras hacían la fila, se
empujaban para ser los primeros de la fila, se hacían ofensas, se decían
grandes insultos, agravios, ultrajes, ofensas y hasta puñetazos,
situación que se agravo hasta cuando hizo presencia la policía,
quienes lograron después de un tiempo acomodarlos y apaciguarlos mientras
ordenaban una fila doble al frente de un local comercial que horas
antes había sido alquilado para las oficinas centrales del proyecto; allí se
tenían que entregar las hojas de vida ( currículos) y las propuestas
económicas para el suministro de bienes y servicios.
Luego de haberse cumplido la reunión con el alcalde,
y haber obtenido el visto bueno para el fin propuesto, el
siguiente paso era el de adquirir mediante compra inmediata, un
lote de terreno muy cerca del pueblo, que tuviera posibilidades, viales,
y posibilidades de servicios públicos, mismo que fue
ofertado por un propietario que tenía dicho terreno cerca al pueblo
y que su valor comercial no superaba en ese entonces los 5 millones de pesos
pues aunque estaba bien ubicado y cumplía con lo solicitado, la
inestabilidad geológica de esa zona, no lo hacía apto para el desarrollo
de dicho plan de construcción, sin embargo como ocurre en
nuestra bella tierra, en múltiples ocasiones, y en múltiples negocios,
el vivo es vivo, y hay que tumbar al otro o desplumar a quien se
deje desplumar, pasando por encima de lo que sea, y fue con esa filosofía que
se oferta el terreno por un valor de 350 millones de pesos,
propuesta que fue pactada por el comprador y el vendedor por
un valor de 300 millones de pesos; suma que se cancelo con un
cheque por el valor convenido mismo cheque que sería cobrado el día
martes a primera hora en la capital de la republica. El pago fue
realizado por solicitud del vendedor bajo el más profundo secreto,
pues el hecho de recibir esa gran suma de dinero, lo ponía a él y a
su familia en un gran riesgo de secuestro, o de ser asaltados allí en su
almacén del ocobo, en donde atendía diariamente. O de que
todo el pueblo y la familia, al enterarse, le solicitara plata prestada,
pues ese negocio fue como ganarse el premio gordo de la lotería,
por lo que debía evitar a toda costa, que sus
coterráneos y su familia extensa tuvieran conocimiento del valor
de dicho terreno.
Ese día sábado, las oficinas del proyecto, abrieron a
temprana hora y trabajaron los del proyecto todo el día, cerrando
las oficinas a las dos y treinta y cinco de la mañana
del día domingo; mientras la secretaria, y los demás asesores del proyecto
recibían documentos, el director sostenía una y otra reunión sin
descanso, y ordenaba a su secretaria hacer pedidos en las
diferentes cafeterías, tiendas y restaurantes del pueblo de tinto
(café), viandas, refrescos, y alimentos en cantidad suficiente para
que quienes estaban haciendo la fila no desfallecieran.
Ese mismo día sábado, seleccionó, un maestro de
obra, y se le dieron instrucciones concretas del trabajo a
desarrollar; se le doto de un overol de color rojo intenso
como el que tenia la alcaldía hace poco y un gran casco
protector de color verde; los colores seleccionados eran celestiales,
algo así como si desde ese entonces se hubiera pronosticado o
vaticinado que años más luego esos mismos colores serian los ganadores
de la gobernación de Boyacá, cuando se pacto la alianza entre el partido
liberal colombiano identificado con color rojo y el partido verde y
identificado con ese ecológico color; así el
seleccionado con uniforme nuevo, muy elegante tomo posesión del cargo y
teniendo la autonomía, para buscar y seleccionar a los miembros
su equipo de trabajo, ordenó pagar por adelantado los servicios de la
primer quincena de trabajo, bajo la condición de que cada obrero incorporado le
diera una comisión por incluirlo y de esa manera iniciar el
trabajo de inmediato; es decir el día domingo muy a las 5 de la
mañana, pues los contratistas de la maquinaria y los proveedores de
materiales y herramienta estarían esperándolos para dar inicio al trabajo.
El maestro de obra seleccionado, debidamente
uniformado y empoderado, quien desde hacía varios años no tenía
trabajo, por su difícil carácter, e irresponsabilidad, de manera
inmediata y con el orgullo y carácter de un buen mirafloreño,
seleccionó a los demás trabajadores; 20 en total , y de manera
despectiva y prepotente por ser el “JEJE” (Jefe), como decimos en buen
colombiano se saco el clavo ( desquitar, vengarse); y desde lo alto
de un andén con su parado pedante, despectivo y desafiante, ordenaba y gritaba
a los colegas, mientras con desaires y palabras soeces, humillo a
quienes lo habían humillado no dándoles trabajo y
recomendándolos mal frente al gerente del proyecto, situación que fue apoyada
por el gerente, sin reparo lo que le dio más empoderamiento al
“JEJE”.
En las filas que se hacían en la dependencia, el murmullo
y el chisme, entre los aspirantes a empleos y contratos, era
que el gerente si era una gran persona y que ahora si había
llegado la hora de desquitarse de tanto desempleo, y
lograr hacer un dinerito extra fácil y muy rápido porque hacer
negocios con esta empresa, era lo mejor que por varios años no había
ocurrido, es decir desde la llegada de las compañías petroleras al
pueblo, sumado a que esta empresa todo lo estaba pagando por anticipado y sin
pedir descuento alguno.
Entre tanto, los dueños de la maquinaria, los de las
volquetas, los de los camiones, los de las ferreterías, los
de los restaurantes, los de los hoteles y demás proponentes, corrían
rápidamente al negocio de Daniel Hugo , para arreglar y
mejorar las propuestas las cuales corregían y acomodaban
precios para la prestación de bienes y servicios hasta diez
veces más del valor de una oferta normal, luego el
negocio era algo asi como si hubiera caído del cielo mana y había que
recogerlo rápido y por montones; la gran mayoría de
propuestas para la prestación de bienes y servicios ofrecidos por los
hábiles proponentes, fueron aceptadas, sin reparo alguno y se
pagaron por adelantado pues ningún oferente aceptaba dar crédito, ya que
era una oportunidad única y como dice el dicho o todos en el suelo o
todos en la cama, y si se le pagó a los primeros por anticipado por
qué no a los demás.
De esa manera, se cerraron varios negocios con
diferentes proveedores previamente seleccionados como el de movimiento de
tierras con maquinaria pesada incluyendo buldóceres, compactadores
y retroexcavadoras, volquetas, para el transporte de tierra, arena,
piedra y gravilla, camiones, para el transporte materiales y
maquinaria que venía de otros lugares de Colombia, transporte para el
personal tanto de operarios como el de ejecutivos, ferreteros para el
suministro de hierro, cemento, cables eléctrico, guayas aceradas,
tubería, carretillas, mezcladoras, taladros, herramienta varia, incluida palas,
picas, barras, palustres, cable eléctrico, pinturas, tubería para conducción de
aguas, alcantarillas, drenajes, tanques de almacenamiento de agua y
combustible, pues el tiempo apremiaba y la cantidad de maquinaria y equipo que
debía trabajar en tiempo record, podía hacer que se presentara una gran
escases de materiales y combustible y la obra no podía parar por no haber
tenido en cuenta dichos imprevistos, porque lo que todo debía estar debidamente
planificado para no tener contratiempos.
Se cerro el contrato de cerramiento del lote, el
cual consistía en una base de piedra y cemento enterrada
a 60 centímetros de la superficie con sus respectivos
filtros y sobre esta base un muro en concreto de 50 centímetros de
altura el cual sostendría y una malla eslabonada con tubería
galvanizada cada dos metros y sobre la misma malla iría un
serpentín de acero inoxidable con púas, para resguardar la
seguridad del lugar, y unas plantas de veraneras o buganvillas, las
cuales adornarían el entorno, todo de acuerdo a los planos previstos. La
entrada estaría compuesta por dos grandes muros que se harían en piedra o
laja debidamente acomodada y fuerte de manera que debían sostener un
portón de dos hojas hecho en hierro forjado de
aproximadamente 6 metros de ancho, esto debido a que en el lugar
del proyecto se haría un campamento para trabajadores y por allí
debían poder entrar camiones, volquetas y maquinaria sin dificultad alguna;
para tal fin se firmo un contrato con un particular, sin tener en
cuenta una reconocida empresa de suministro de piedra y
un ornamentador que hiciera el gran portón que sería no solo
la puerta de entrada sino también la presentación del proyecto, el proveedor
de piedra, cotizo como lo hicieron los demás incluido el
transporte, es decir puesto en el lugar de trabajo, cada metro cubico de
material a $1.200.000 pesos, y el ornamentador, cotizo el
portón por valor de 25 millones de pesos, más impuestos, sumas que fueron
aceptadas y canceladas por anticipado como todas las demás. El dueño de
la cantera al saber que el contratista había cotizado los precios tan altos
decidió no suministrar dicho material al intermediario, lo que lo
obligo a desistir del mismo, pues al haber una clausula de incumplimiento
muy grande y al no tener capacidad de pago para responder por el
incumplimiento, no tuvo otra salida que dejar de lado el contrato y
regresar el cheque que había sido recibo por el pago adelantado; y fue
asi como furtivamente el dueño de la cantera, en horas de la noche, envió
a un emisario con el fin de contactar directamente al propietario de la
empresa; la propuesta consistía en darle al gerente del proyecto la
suma de 250.000 pesos por cada metro cubico y que le dejara el
suministro; y en efecto asi ocurrió se cerró el negocio y el pago por
adelantado de los primeros 230 metros cúbicos de material mixto, gravilla fina,
arena y piedra . Dejando al otro de lado y sin la utilidades
previstas.
Los abogados quienes también hicieron parte del proyecto,
hicieron los diferentes contratos con trabajadores, proveedores, y
demás, dándose el usual toque de importancia y conocimiento,
esos tres días, sábado, domingo y lunes festivo, lucieron los más
finos atuendos propiedad de algunos de sus ancestros, mismos que tenían en sus
baúles muy guardados y conservados con naftalina, unos vestidos de color negro
o gris oscuro, hechos a la medida del muerto y fabricados en
paño ingles tipo grano de pólvora y espina de pescado, que lucieron muy
elegantemente; también cambiaron los lentes gruesos en marco
de carey por unos más livianos y modernos los cuales reposaban
sobre la punta de la nariz dejando al descubierto los ojos que enrojecidos por
el trabajo denotaban el cansancio por tan largas jornadas de trabajo,
estos livianos lentes, solo se los quitaban para llevárselos a la boca,
mientras que con señal de sapiencia, trataban de pensar e impresionar a los que
esperaban el borrador del contrato ordenado; y entre sobro y sorbo de
tinto y el humo del cigarrillo se dictaba el siguiente párrafo
que se corregía una y otra vez tratando de dejar la mejor
impresión, y aunque no tenían experiencia en los temas de contratación,
trataban de demostrar la sapiencia en el tema, ya que de este bien
elaborado trabajo también dependían las 675 escrituras que se harían el
momento de entregar las viviendas, asi paso a paso y con la presión
de los contratistas y proveedores, dictaban a sus secretarias que eran
sus propias consortes, los pormenores de tales propuestas y de cuando en
vez realizaban una llamada a dueño del proyecto para emitir una opinión
simple y sencilla y con ello justificar sus honorarios que como los
demás eran onerosos, mientras por debajo de la mesa aconsejaban a los
proveedores, contratistas y trabajadores a cobrar más de la
cuenta y a no ser pendejos y aprovechar el momento, eso sí debiendo
cancelar algo de dinero por tan prolijo consejo; lo que ocurría sin reparo
pues cada consejo recibido era un monto más que engrosaría el bolsillo
del proveedor o del futuro trabajador quien buscaba el empleo
pensando de acuerdo con los consejos de los abogados como demandar
rápidamente al patrono y asi obtener rápidamente un dinero extra.
El mismo día los proponentes seleccionados,
celebraron en diferentes lugares, con comidas y
bebidas, que compraban por cumulo, al precio que las
tenderas les dijeran, pues ellas ya se habían enterado y no podían
quedarse sin disfrutar parte del gran pastel que se estaba
repartiendo, mientras los clientes bebían y comían por cantidades,
muy orgullosos de tan excelente negocio y de lo hábiles que eran en los mismos,
inhalaban aire, profundamente, sacaban pecho y se soplaban como
sapos, mientras hablaban de proyectos futuros y se
mofaban de quienes no habían sido seleccionados para prestar los
servicios. Asi amanecieron y con un guayabo infernal hicieron presencia
el día siguiente como estaba pactado a las cinco de la mañana con
todos sus equipos, maquinaria y suministros; otros más modestos se fueron
a sus casas y lugares de trabajo a hacer los diferentes trabajos, como le
ocurrió al ornamentador quien arranco el trabajo cortando laminas
de hierro, tubos y demás para tener listo el portón lo más pronto
posible pues de su trabajo y cumplimiento dependía que le dejaran la
ornamentación total de lo que restaba del proyecto pues este trabajo solo era
un pequeño abrebocas.
El día domingo muy a las cinco de la mañana, inició la actividad
la maquinaria pesada entro al terreno, los proveedores hacían fila para
entregar los pedidos, los obreros esperaban órdenes de pasar a tomarse los
exámenes de ingreso que habían sido contratados a un laboratorio particular y
aunque no estaba acreditado, los realizaba sin reparo alguno, los
propietarios de camiones y volquetas esperaban que dieran la orden de
cargue, el propietario de la cantera, llego y sin saludar a nadie entro a
conversar con el residente de la obra, los restaurantes preparaban los
desayunos, los dueños de las ferreterías hacían pedidos a sus
proveedores, los propietarios de las gasolineras pedían mas combustible, los
dueños de la maquinaria lo almacenaban en grandes tanques, los
abogados terminaban los últimos contratos, los ingenieros trataban de
resolver lo mas primordial y de ordenar en un lugar los
suministros que llegaban de acuerdo con los pedidos. Mientras esto
ocurría, a las 10 y 20 minutos, después de una reunión con el alcalde,
llego el propietario del proyecto e hizo un llamado
personal y muy privado a cada uno de los seleccionados de
suministrar los bienes y servicios, para que se reunieran en las
oficinas del proyecto con carácter urgente, dándoles a cada
proveedor una hora señalada la cual debía ser cumplida de manera muy
estricta bajo la presión de cancelar el contrato otorgado, y el primero
en asistir a la reunión, fue señor alcalde, y en su orden el
vendedor del terreno, el propietario de la maquinaria pesada, el
propietario de la cantera, del dueño de las volquetas, el dueño de los
camiones, los dueños de las ferreterías, el ornamentador, el
carpintero, y demás proveedores clasificados previamente de mayor a menor
y por capacidad económica.
Una vez se entraba a la reunión, que no pasaba de los 5
minutos con cada cliente, el dueño del proyecto les invitaba muy
amablemente a seguir y les brindaba bebidas mientras les decía de manera
muy extra confidencial que debía cancelar algunos dineros en
efectivo y que desafortunadamente, el no manejaba dichos recursos en ese
momento y como ya habían recibido por adelantado el pago, les pedía amablemente
que le prestaran una cantidad de dinero en efectivo,, mientras el día
martes, llegaban los recursos a un banco local; ante esta propuesta
y después de que algunos se comunicaron con la línea 1 800, de
servicio al cliente del banco para pedir referencia de la cuenta, y
al tener la más amplia referencia dada por la persona al otro lado de la
línea, certificando no solo la pertenencia de la cuenta al banco, sino la
seriedad de la firma constructora, quedaron plenamente satisfechos y de
manera muy rápida hicieron el comentario a los demás dándoles toda la
confianza.
El evento transcurrió entre las once de la mañana y las 9 de la
noche del día domingo, entonces el alcalde saco prestado sobre el
negocio la suma de 20 millones de pesos, dinero que prestó uno de los
concejales del entonces que manejaba recursos propios por aquello de sus
negocios, y que tenia por supuesto el interés de votar a favor lo
relacionado con los impuestos ya que él también decía ser un
empresario próspero y apoyar este tipo de desarrollo, lo pondría a la
cabeza de un plan futuro para ser candidato a la alcaldía local, el dueño
del terreno entrego la suma de 120 millones, dinero que no tenia
disponible en su momento en el pueblo pero si lo tenía en su casa en Bogotá,
por lo que debió llamar urgentemente a su hijo para que de manera inmediata
viajara hasta Miraflores, con el dinero para el contratista, el
dueño de la maquinaria aportó la suma de 15 millones de pesos, dinero que
sacó prestado a varios amigos y conocidos a interés del 10 % mensual, situación
que no importaba por que el negocio era tan grande que daba para todos,
el dueño de la cantera, entrego la suma de 45 millones
de pesos, el de las volquetas 6 millones, el de los camiones 5 millones,
los tres abogados del pueblo, entregaron la suma de 3 millones de
pesos cada uno, el ornamentador dos millones de pesos, y asi uno
tras otro hizo el respectivo préstamo al contratista, bajo el más
profundo sigilo y secreto nunca antes visto en este pueblo; tal vez ha sido
el único momento en la historia del pueblo que se logra guardar aunque
sea por un corto momento un secreto. Todos los prestamistas quedaron muy
satisfechos de haber logrado la confianza con el dueño del proyecto por que en
adelante y hasta la terminación del mismo cada uno sería el más cercano y
de confianza para los futuros negocios.
Los dineros fueron recibidos en efectivo uno a uno, en las
oficinas del proyecto, los contratistas se encontraban en la
entrada y cada uno respondía ante la pregunta del otro, que estaba allí para
corregir unos precios que habían quedado mal por culpa de los abogados o
de la secretaria, otros manifestaban que querían buscarle empleo a
uno de sus familiares, o que querían invitar al dueño o gerente del
consorcio a una comida o a unos tragos, todos guardaron el secreto en lo
más profundo de su alma; porque revelarlo pondría en
serios riesgos la continuidad del contrato y la confianza que el hombre
les había depositado, misma que de ser bien manejada perduraría por varios
meses y no se podía perder bajo ninguna circunstancia el dinero que
habían esperado como si fuera el mana.
Ese día domingo después de las 9 de la noche y una
vez recibido el ultimo préstamo del día, y al solo quedar pendiente
unos tres o cuatro que estrían haciendo presencia con el dinero el
día lunes antes de las 9 de la mañana, se reunió el dueño del proyecto
con el hijo del vendedor del terreno y lo invito a unos tragos en el café los
parasoles, allí reunidos los dos, el dueño del proyecto le
manifestó al muchacho que el se había enterado de que había
sido un serio aspirante a la alcaldía local, y que las elecciones las
había perdido por falta de dinero, pero que ante tal circunstancia no debía
preocuparse más, pues él entregaría una chequera con 400 millones de
pesos para la siguiente campaña y el valor de 250 millones de pesos
en materiales como teja cemento, mercados y otros, lo suficiente para hacerlo
alcalde y tal como lo suelen hacer desde hace años algunos aspirantes al primer
cargo municipal; indiscutiblemente seria el alcalde municipal y con
él allí de máxima confianza desarrollarían otros proyectos
importantes; ante tal ofrecimiento se sello el pacto con
otras tres botellas de Whisky 18 años.
El día lunes, desde las 5 de la mañana, continuaba el
trabajo en el terreno, y al igual que el día anterior
todo el mundo esperando ordenes para dar inicio al trabajo del día,
los coordinadores, el “JEJE”, el dueño de la maquinaria
pesada, y otros mas, ya tenían órdenes expresas del trabajo a
realizar y arrancaron el día como cosa rara muy cumplidos a la hora
exacta. A las 9 de la mañana, en las oficinas del proyecto apareció
el último de los contratistas con el dinero en efectivo para
prestárselo al dueño del proyecto y de allí salieron rumbo
al los parasoles a tomarse una fría cerveza que fue cobrada
tres veces más que el valor normal; allí se quedo tomando cerveza
con otros amigos el contratista del portón, celebrando los negocios
brindando y libando sin medida hasta altas horas de la noche,
mientras el dueño del proyecto salía con rumbo a la oficina.
En la obra solo se recibía a los proveedores que faltaban
por entregar los pedidos de múltiples materiales, los cuales eran
descargados con cuidado por tres obreros, y estos
debían acomodarlos con el mayor cuidado sobre estibas de madera que habían sido
fabricadas por dos carpinteros locales dichas estibas estaban en las dos
bodegas de 16 metros cuadrados cada una que fueron hechas
`por 6 obreros, entre el viernes en la noche una vez se cerró el negocio
del terreno y el día sábado en horas de la mañana, estas bodegas,
fueron hechas en teja de zinc y postes de madera debidamente
impermeabilizados para que resistieran el paso del tiempo.
En la oficina del proyecto, se hicieron múltiples llamadas
personales de agradecimiento a cada uno de los proveedores, y la invitación a
continuar trabajando en procura de un municipio mejor, asi mismo se
hicieron sendos memorandos a todos los trabajadores que ese día lunes solo se
trabajaría hasta las 12 M, pues la jornada del fin de semana había sido
muy extenuante y debían ahorrarse fuerzas para arrancar nuevamente el día
martes a primera hora: en tonces cerraron labores al medio día y
todo el mundo feliz para su casa y para las cantinas de la entrada del pueblo y
de la avenida Romero Hernández a libar y brindar hasta altas horas de la noche.
Algunos obreros que tenían los cheques y no tenían como hacer uso de su
dinero recibido por anticipado, buscaron a prestamistas locales, quienes
también deseosos de dinero los cambiaban cobrando el 10 % mas
comisiones por cada cheque, que se negociaría con el banco
local el día martes a primera hora
El día Martes a las cinco de la mañana nuevamente inicia la
jornada con la llegada de trabajadores, volqueteros y contratistas al lugar de
trabajo y no se permite la entrada por parte del celador de turno, pues
tenía órdenes expresas del gerente del proyecto de no permitir la
entrada, hasta que se solucionara un pequeño inconveniente que se
había presentado con la alcaldía local, por lo tanto debían esperar que
llegara el gerente y eso ocurriría como a eso de las 10 de la mañana,
todos los obreros dieron gracias de entrar más tarde pues el guayabo los
tenia de su cuenta y ese tiempo aunque corto, era suficiente para calmar
la sed con agua y gaseosa fría, que llevo un vendedor ambulante a la entrada
de la obra, los conductores y ayudantes limpiaban los vehículos, otros
aprovecharon para dormir un poco mas y otros conversaban entre sí
que tal vez le alcalde había parado la obra por que no le habían dado lo
suficiente, entre tinto gaseosa, aguas, sueño y comentarios aclaro el día
y llego el desayuno que un restaurante local proveía; ese día la dueña
del restaurante llevo como desayuno, tamales bien grandes y
con buena carne de cerdo y pollo, huevos, chocolate, queso, y jugo de
chamba que se repitieron hasta tres veces para calmar la sed.
Igual la señora cobraría un bono adicional por este desayuno especial que
preparo para ese día martes.
Los dueños de los cheques que podían ir a Bogotá a
cobrar viajaron en el bus de las tres de la mañana que va directo a Bogotá,
otros pagaron expreso y otros arrancaron a las 5 de la mañana para llegar a
temprana hora a hacer la fila en el banco, quienes no pudieron viajar se
acercaron al banco local a negociar el titulo valor con la entidad
financiera, misma que aprovecho la bonanza y cobrando la comisión
máxima permitida, hizo las transacciones, pagándole a algunos clientes de
más confianza un valor parcial, mientras que a otros les hacia
esperar los dos días mientras salía el canje.
Entre tanto los trabajadores y demás presentes en la obra
seguían esperando la noticia para continuar el trabajo, noticia que jamás
llego, por que el dueño del proyecto el día lunes después de medio día,
dio la orden de cargar todos los suministros en tres camiones que venían
de Bogotá, y se marcho a las dos de la tarde del mismo lunes
festivo con rumbo desconocido, se perdió en el mundo como el humo,
dejando a los avaros contratistas y proveedores sin parte de su dinero y
a otros muy endeudados con amigos, familiares y prestamistas.
Los que cayeron en esta sorprendente trampa, no
comentaban nada y salían de las entidades, en el más profundo
mutismo, pues era difícil pasar de vivos o abejas a tontos; entre
tanto, la noticia de la estafa, se regó nuevamente como pólvora por
todo el pueblo y dio vueltas y vueltas como la primera vez, haciendo
que todos se burlaran y rieran a grito entero de ver lo hábiles y
abejas que habían salido estos mirafloreños en los negocios, dando la
casualidad de que los que cayeron fueron los más tacaños, avaros,
agarrados, usureros y egoístas que existían en esa época en
nuestra querida ciudad de los Ocobos.
Tiempo después se supo todo en detalle de la
famosa estafa; se tuvo conocimiento pleno de quienes más cayeron y
las cantidades de dinero que cada uno de los avaros entrego al farsante;
asi como la cantidad de suministros entregados, porque ya pasada la
vergüenza, uno a uno conto su historia mientras se burlaba del otro que
perdió mas, fue asi que el contratista del portón manifestaba en una
tienda años después, ”la risa que a yo me da es que solo
perdí 2 millones na más y eso que no soy estudiao en cambio
los dotores y el alcalde que si son estudiaos perdieron mucho más
que yo, ladrón que roba ladrón mil años de perdón.
También se supo que algo similar paso en los otros
municipios visitados por los asaltantes, excepto en Ramiriquí, por que el
alcalde de ese entonces tuvo la valentía de manifestar que ellos no querían
casas de interés social pues allí no hay pobreza y si se permitía el proyecto
llegaría a su pueblo gran cantidad de personas de otras
regiones causando no solo inconvenientes sino inseguridad,
ante tal oposición del alcalde, se hizo uso del plan B por parte de
los estafadores y enviaron por las veredas a tres camionetas con
los logos de una empresa cervecera y a tres vendedoras quienes iban
tienda a tienda promocionando una oferta especial y única de la
temporada, “compre 20
canastas de cerveza y pague solo 15”, eso
sí, el pedido debía ser hecho el mismo día de la visita y únicamente a estas
vendedoras y ser cancelado en efectivo para que se pudiera programar la entrega
el día martes a primera hora, ante tal oferta todas las tiendas que
fueron visitadas cayeron en las garras de esta banda de delincuentes.